La planta General Savio de Ternium en San Nicolás cerró diciembre con una producción mínima histórica de 125.000 toneladas, muy por debajo del promedio habitual. Desde la UOM advierten sobre la combinación de recesión, dólar caro y altos costos de insumos, que amenaza la competitividad y el empleo en la industria siderúrgica. Mientras tanto, la negociación paritaria se vuelve a extender por meses.
La industria siderúrgica en Argentina atraviesa una crisis que se refleja, entre otras, en la planta General Savio de Ternium, ubicada en San Nicolás. Según Edgardo Holstein, secretario adjunto de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) de San Nicolás, la producción en diciembre de 2024 cayó a 125.000 toneladas, muy por debajo del promedio histórico de 180.000 toneladas mensuales. En los meses de octubre y noviembre, la producción ya había descendido a 140.000 toneladas, una cifra que encendió las primeras alarmas.
“En diciembre tocamos el piso, con una producción de 125.000 toneladas mensuales, cuando el promedio acá son 180.000”, explicó Holstein. Además, recordó que en 2022 la planta producía alrededor de 180.000 toneladas mensuales, lo que evidencia el deterioro progresivo del sector.
Holstein atribuyó la situación a un «combo letal» de factores: la recesión económica ha reducido la demanda industrial, mientras que un dólar caro afecta la competitividad frente a Brasil y China, los principales competidores. A esto se suma el encarecimiento de los insumos debido a la exportación de chatarra, lo que incrementa los costos de producción. “Prácticamente volvieron los noventa”, lamentó Holstein, años de una profunda crisis para la industria.
A pesar de este panorama crítico, desde la UOM destacan que se lograron evitar despidos en la planta mediante un acuerdo con la empresa. “El acuerdo fue que no se contraten los refuerzos temporarios que cubren las vacaciones cada verano. Con eso y la redistribución del personal en distintas áreas logramos postergar esa discusión hasta marzo, con todos adentro”, detalló Holstein.
Sin embargo, sigue vigente un programa de retiros voluntarios, al que principalmente se adhieren trabajadores próximos a jubilarse. Para la mayoría, la falta de oportunidades laborales y la incertidumbre económica hacen que esa opción no sea viable.
La UOM mira con preocupación hacia marzo, cuando la planta podría enfrentar nuevos desafíos si no se recupera la producción o si las condiciones económicas no mejoran. “El panorama sigue siendo delicado, y habrá que esperar cómo evoluciona la demanda y si se logran frenar los factores que afectan la competitividad”, concluyó Holstein.
La situación en Ternium no solo impacta a los trabajadores de la planta, sino también a la economía de San Nicolás y la región, que dependen en gran medida de la actividad siderúrgica.
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