El gremio liderado por Abel Furlán buscará este jueves destrabar las paritarias de los trabajadores siderúrgicos. La UOM exige recomposiciones salariales para recuperar el poder adquisitivo ya perdido en el sector, mientras las empresas argumentan dificultades económicas por la caída de la demanda y las suspensiones en el sector.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y los representantes de la Cámara Argentina del Acero reanudarán este jueves las negociaciones paritarias de los trabajadores siderúrgicos, que permanecen estancadas desde 2024. El gremio, liderado por Abel Furlán, busca alcanzar un acuerdo salarial para los empleados de la rama 21, tras meses de discusiones infructuosas que comenzaron en septiembre del año pasado.
En la última audiencia, realizada el 19 de diciembre, las posiciones entre las partes continuaron distantes. Mientras la UOM exige recomposiciones salariales mensuales retroactivas del 4% para julio y agosto, y del 3% para septiembre y octubre, los empresarios se mantienen firmes en su propuesta de un aumento del 2% mensual. La negativa de las compañías a reconocer la inflación acumulada desde julio a la fecha sigue siendo uno de los principales puntos de conflicto.
La industria siderúrgica atraviesa un difícil momento debido a la caída de la demanda y el impacto de la apertura de importaciones. Grandes compañías como Ternium, Acindar y Tenaris, del Grupo Techint, reportaron caídas en la producción, además de implementar suspensiones y despidos de trabajadores, lo que añade tensión al marco de las negociaciones.
Desde la UOM, insisten en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo de los salarios, que han quedado rezagados frente a los índices inflacionarios pasados, mientras que los empresarios argumentan que el contexto económico del sector dificulta otorgar aumentos significativos.
La audiencia de este jueves marcará el inicio de las paritarias siderúrgicas de 2025, en un escenario de máxima complejidad. La falta de avances en las reuniones privadas previas y las posiciones enfrentadas entre el gremio y las empresas auguran una discusión ardua.
El sindicato metalúrgico confía en lograr un acuerdo que proteja los ingresos de los trabajadores frente a la inflación, pero el delicado contexto de la industria siderúrgica pone en duda la posibilidad de satisfacer las demandas de ambas partes. Las próximas semanas serán claves para definir el futuro de las negociaciones y el impacto sobre uno de los sectores industriales más relevantes del país.
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