Las nuevas señales de Francisco, a contramano de Trump, Musk y Milei

El Papa arrancó 2025 con palabras a favor de los migrantes y la diversidad. El mensaje lapidario contra los magnates de la tecnología en el Jubileo de la Comunicación y el.choque de fondo con el trumpismo duro.

Sus colaboradores dicen que no son mensajes contra Donald Trump y la extrema derecha que integra Javier Milei. Pero van a contramano de lo que predica la nueva ola de gobiernos de la alt-right globalAunque las líneas directrices del mensaje del Papa Francisco llevan más de una década, en la nueva etapa cada uno de sus pronunciamientos resuena todavía con más fuerza. En lo que va de 2025, ya hubo varias señales que chocan con la ofensiva de la ultraderecha.

Apenas unas horas antes de que Trump asuma por segunda vez la presidencia de Estados Unidos, un programa de entrevistas de la televisión italiana le preguntó al argentino Jorge Bergoglio por la política de deportación de migrantes que anunciaba el republicano. “Si es cierto, será una vergüenza, porque hace que los pobres desdichados que no tienen nada paguen la cuenta (…) ¡Eso no se hace! Esa no es la manera de resolver las cosas. Así no se resuelven las cosas”, dijo. Fue la primera secuela del mensaje que había dado cuando Trump aterrizó por primera vez en la Casa Blanca y el Papa advirtió que cualquiera que construyera un muro contra los migrantes no podía ser considerado cristiano.

 

De buena sintonía con el católico Joe Biden, Francisco contradice no solo la arenga de Trump sino también los ejes principales del mensaje de Georgia Meloni contra los migrantes. Además, entre las personas que lo frecuentan, advierten en un cambio de ánimo con respecto a la Argentina de Milei y dicen que el jesuita parece haber descartado la visita a su país, que hasta hace poco tenía pensado hacer este año. 

A principios de enero, el Papa amplió el protagonismo de las mujeres en la Iglesia y nombró a dos religiosas para que ocupen dos ministerios del poder vaticano por primera vez en los 2000 años de historia. Las monjas italianas Simona Brambilla y Raffaella Petrini tendrán desde marzo responsabilidades ejecutivas. Unos días después, Francisco envió un mensaje escrito al Foro Económico de Davos en el que advirtió a los representantes del poder financiero internacional sobre “la crisis de la verdad” que representa el auge de la Inteligencia Artificial.

El pronunciamiento más importante llegó el fin de semana pasado, durante el Jubileo de la Comunicación en el Vaticano. Visiblemente cansado, después de atravesar el aula Paulo VI en el que recibió saludos interminables de los que habían asistido al encuentro en el auditorio, Francisco cerró la jornada con un discurso muy breve en el que agradeció la tarea de los comunicadores y dejó de lado el documento de 9 páginas que había preparado. En el discurso original, disponible en la página oficial del Vaticano, reivindicó a los periodistas muertos y encarcelados en distintos escenarios de guerra y habló de la necesidad de distinguir la verdad de la mentira. Además, consideró que “la libertad es el coraje de elegir” y trabajar para liberarse de lo que el diccionario de Oxford consideró en 2024 el término del año, “brain rot” o “podredumbre cerebral”, provocada por la adicción a las redes sociales. Como parte del Jubileo de la Comunicación, también se había difundido un extenso documento que alerta sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial como mecanismo para ampliar la brecha de desigualdad y advierte sobre las consecuencias nocivas del “paradigma tecnocrático”. Elaborado por el cardenal Víctor “Tucho” Fernández -ex rector de la UCA y ex arzobispo de La Plata-, Francisco convalidó con su firma todas sus conclusiones.

El mensaje más contundente, de todas maneras, fue el que pronunció ante la audiencia del Vaticano la filipina María Ressa, una periodista perseguida en su país que en 2021 ganó el Premio Nobel de la Paz. Ressa habló de la profunda transformación que vive el mundo y consideró que la última vez que ocurrió algo como lo que estamos viviendo fue hace 80 años, cuando las nuevas tecnologías permitieron el ascenso del fascismo al poder. Fue precisamente la época, según recordó, en que un periodista, el alemán Carl von Ossietzky, recibió por primera última vez el Nobel de la Paz. Ex soldado de infantería que fundó un movimiento pacificista y se enfrentó a Hitler, von Ossietzky pasó por varios campos de concentración nazi y murió de tuberculosis sin poder recibir el premio.

Directora del medio Rappler y fundadora de una App para certificar la información que circula en las redes, la periodista filipina afirmó que las grandes tecnológicas transformaron las redes sociales en un arma de ingeniería masiva de comportamiento. “Estas plataformas no son tecnologías neutrales; son sistemas sofisticados diseñados para explotar nuestras vulnerabilidades psicológicas más profundas. Monetizan nuestra indignación y odio; amplifican nuestras divisiones; y erosionan sistemáticamente nuestra capacidad de pensamiento matizado, nuestra capacidad de empatía”, dijo. 

En un mensaje que se extendió durante más de 20 minutos, Ressa sostuvo que el poder tecnológico fomenta el odio y siembra narrativas que destruyen la confianza con el objetivo de enfrentar a los vecinos y premiar al “gobierno de la mafia”. Además, recordó que ya en 2018, antes de que Elon Musk se quedara con Twitter, un estudio del MIT había mostrado que las mentiras se propagan seis veces más rápido que las noticias verdaderas en las redes sociales.

El modelo de negocios de las grandes tecnológicas, aseguró la Premio Nobel, apunta a que todo sea puesto en duda. “Sin hechos, no puede haber verdad. Sin verdad, no puede haber confianza. Sin esos tres elementos, no tenemos una realidad compartida; no podemos empezar a resolver ningún problema, y ​​no podemos tener democracia”, dijo.

La comunicadora seleccionada por Francisco para el Jubileo de la Comunicación sostuvo que el modelo de negocios del capitalismo de vigilancia destruye la privacidad de datos y permite que la IA y los algoritmos fomenten los sesgos, prioricen el conflicto sobre la comprensión y moneticen la atención humana en detrimento de la cohesión social. “Esto no es un accidente. Es un diseño deliberado, una arquitectura con fines de lucro que genera cientos de miles de millones de dólares al año a estas empresas”, explicó. Detrás de ese poder, dijo Ressa, hay hombres que sin ser dios ejercen un poder divino y funcionan como una secta. Era un mensaje confeccionado a la medida de Musk y los multimillonarios de Silicon Valley que, apenas cinco días antes, habían copado la primera fila de la asunción de Trump en Washington.

En un mensaje en el que rechazó los ataques por género y raza, Ressa reivindicó la importancia de la religión como antídoto ante la ruptura de lazos y pidió el apoyo para los migrantes, las minorías religiosas, la comunidad LGBTQ+ y todas las personas que enfrentan discriminación. Una intervención antagónica al mensaje que Milei dio en Davos con ataques a los homosexuales, las mujeres y las minorías.

Sobre el final, Ressa se preocupó por remarcar que lo que pasa en las redes sociales no se queda ahí sino que cambia la forma en que que las personas sienten, actúan y votan. “Estamos eligiendo a líderes iliberales democráticamente. La guerra de la información, el juego de poder geopolítico, está explotando el diseño de estas plataformas. El objetivo no es hacerle creer una cosa; el objetivo es hacerle dudar de todo para que no pueda actuar”, aseguró.

Es probable que los mensajes que se difundieron desde el Vaticano hayan llegado a los oídos del trumpismo. Trump nombró como embajador en el Vaticano al ultramontano Brian Burch, de histórica militancia en el grupo opositor a Francisco, CatholicVote. Pero además, el republicano tiene a su lado a Steve Bannon, el ex estratega de la Casa Blanca que arenga en forma permanente a las tropas del trumpismo duro y es un abierto enemigo de Francisco. Promotor del asalto al Capitolio de enero de 2021 y defensor del ataque a los tres poderes de Brasil que llevaron adelante los partidarios de Jair Bolsonaro en enero de 2023, Bannon está ligado al denominado grupo de cardenales anti Francisco que resiste en la Iglesia. Para él es habitual, casi un ejercicio diario, disparar contra el jesuita desde su podcast War Room y su cuenta en la red social Gettr. El presbítero evangelista y columnista de L’Obsservatore romano Marcelo Figueroa recuerda que, cuando terminó el primer gobierno de Trump, lo primero que hizo Bannon fue poner una oficina en Italia con su movimiento político de valores contraria a la agenda del ecumenismo de la paz y la justicia. Hoy Bannon choca con Musk y apunta contra los señores tecnofeudales de Silicon Valley, pero no descansa en su ataque contra el Papa.

 

FUENTE EL DESTAPE

Deja una respuesta