El integrante del triunvirato que conduce la CGT, Juan Carlos Schmid, consideró que las organizaciones sociales “son los descamisados del siglo veintiuno,” al compararlos con los obreros del primer peronismo. Pidió integrarlos a la economía formal.
“Son los descamisados del siglo veintiuno, son los hombres que están solos y esperan”, dijo el dirigente sindical, Juan Carlos Schmid, parafraseando asimismo el título de uno de los libros emblemáticos del pensador y periodista Raúl Scalabrini Ortiz.
En diálogo por Radio Nacional, Schmid comentó que esa caracterización la tomó del encuentro que mantuvo con referentes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) el 7 de septiembre pasado en la CGT, donde acordaron “universalizar la agenda” de reclamos de los trabajadores formales y los informales.
El también titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento cuestionó la situación del capitalismo a escala universal por la creciente automatización de los modos de producción y la pérdida de puestos de trabajo, al señalar que “eso implica un enorme desafío del sindicalismo e incluso de las democracia moderna”.
“Si ese es el resultado exitoso del capitalismo, como humanidad vamos a tener un inmenso problema que lamentablemente siempre ha terminado mal en la historia del hombre”, aseguró.
En este sentido, Schmid se refirió a un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que advierte, según destacó, que “para el 2050 el 40% de las manufacturas industriales del mundo desarrollado va a estar altamente automatizada que implica un enorme desplazamiento de mano de obra en los países centrales”.
“De modo tal que el desafío del sindicalismo, de la democracia, está en ver cómo nos preparamos para esa transformación”, sostuvo y, en esa línea, consideró que “no puede ser una transformación salvaje, no puede ser una transformación como dice Francisco ‘la economía del descarte’”.
Por último, insistió en que este eventual panorama laboral “es un enorme desafío a nuestra imaginación y a la de la democracia” y reclamó a la vez revisar esta situación a los factores del poder económico.