Tras perder la final de la Copa Libertadores de América ante Corinthians, el emblema histórico de Boca, Juan Román Riquelme le dio la estocada final al corazón de la Ribera. Anunció su retiro definitivo como jugador del club. Ahora se abre el interrogante sobrelos motivos que lo llevaron a tomar la decisión.
El adiós. Riquelme avisó que deja Boca.
Mala relación con el DT. No puede pasarse por alto las interminables discrepancias con el entrenador, Julio César Falcioni. La historia data desde el desembarco de Pelusa en Boca. La relación del DT y el 10 Xeneize no arrancó de la mejor manera. Las idas y vueltas terminaron con el festejo en el Torneo Apertura ganado por el club, donde los mimos mediáticos formaron parte de esquivar la espina que le quedó clavada a Román, cuando el director técnico decidió marginarlo de los protagonistas principales del partido ante All Boys en febrero de 2011.
Luego de eso, recobró fuerza la polémica tras el empate del debut en la Copa Libertadores ante Deportivo Zamora de Venezuela, donde se reabrió el cortocircuito entre los protagonistas de este Boca. Román mantiene diferencias con el DT y se lo hace saber a diario. Lo cierto es que la relación está rota.
Angelici, el actual presidente. Con el máximo mandatario del club Román se muestra ofuscado. Siente que no lo respalda y no lo consiente. Vale destacar que Daniel Angelici, actual presidente de la entidad fue el único que se opuso a renovarle contrato al enganche de Boca en aquella interminable novela. En esa oportunidad el presidente era Jorge Amor Ameal. Otro cruce se dio ayer en la previa al viaje de la entidad de Boca a Brasil. El dirigente principal decidió que Facundo Roncaglia, quien no iba a jugar por no tener permiso de su nuevo club (Florentina), no viaje con la delegación. Pero tras enviarle un sms a Román pidiendo socorro, el 10 pasó por encima de la determinación de Angelici y embarcó al defensor junto al resto del plantel.
La edad. Román acaba de soplar 34 velitas (24 de junio de 1978) y cada vez le cuesta más recuperarse después de los partidos y su físico le pasa factura si juega muy seguido. Pese a que se estima que esa no es la causa, ya que aún no se sabe si buscará otro horizonte, suma a la hora de tomar la determinación.
La decepción de la triple corona. Boca soñaba con cosechar la Triple Corona, pero se quedó en las puertas de todo. Primero entregó el Torneo Clausura tras caer con Arsenal y meter suplentes ante All Boys, en la última jornada, cuando aún mantenía chances de lograr la conquista del certamen doméstico. A eso se le sumó el traspié de ayer ante Corinthinas que desembocó en que el Xeneize no sume su séptima Libertadores. Ahora, todo ese sueño se minimiza a la Copa Argentina. Racing será el rival de la única perla que puede conseguir el equipo de Riquelme en este semestre.
Parece que el combo Falcioni-Angelici, sufrir a sus 34 años el cansancio físico que no lo deja entrenar a diario con normalidad y estar presente en todo el calendario Xeneize y la decepción que se presume por no poder ganar la Libertadores y el Clausura fueron las razones por las cuales Riquelme decidió dar un paso al costado y avisar: “Amo a este club, pero me siento vacío y no puedo darle más”.
