Yanina Ponce Tello tenía 26 años. Adrián Pacheco, de 22, habría usado un cuchillo para perforarle la carótida derecha y la tráquea. Sucedió en Lomas del Mirador, La Matanza
Yanina Ponce Tello, de 26 años, fue brutalmente asesinada el martes de más de diez puñaladas en su casa de Lomas del Mirador, partido de La Matanza. Los investigadores están convencidos de que el asesino es alguien del círculo íntimo de la víctima y ayer fue detenido su primo, Adrián Pacheco, de 22. La policía secuestró de la vivienda del imputado algunas pertenencias que habían sido robadas a Yanina.
La casa de Coronel Fraga al 4473 en Villa Industriales donde la chica convivía con su hermano y su mamá estaba totalmente desordenada. Sin embargo, desde un principio los investigadores encabezados por el fiscal Carlos Arribas, titular de la UFI de Homicidios de La Matanza,sospecharon que el autor del crimen era un allegado a la víctima ya que establecieron que los ingresos de la casa no estaban forzados y que el perro de la casa no ladró en ningún momento, publica Tiempo Argentino.
En la escena del crimen fueron secuestrados un par de cuchillos del tipo “Tramontina” que se cree fueron los empleados para cometer el asesinato. Los forenses determinaron que el cadáver presentaba un profundo corte en el cuello que le perforó la carótida derecha y la tráquea, y una cuchillada en el pecho que le atravesó el corazón y un pulmón, por lo que una de estas dos lesiones, o las dos, pudieron haber sido la causa de la muerte.
Los médicos también hallaron otras siete heridas de arma blanca en el torso y el estómago, y una más en la pierna, la cual, podría haber sido provocada cuando Yanina ya estaba muerta.
Según las fuentes, la joven tenía fuertes golpes de puño en el rostro y en el pecho, por lo que se estima que la víctima primero fue reducida a golpes y luego atacada con un cuchillo y degollada cuando estaba tirada en el piso. Por el momento, los voceros descartaron que la chica haya sido atacada sexualmente. El crimen fue descubierto el martes, por el hermano de la chica asesinada cuando llegó de trabajar y se encontró con el cadáver tirado en la cocina sobre un charco de sangre.
Entre los testigos que declararon en la causa, consta el de una mujer que vive detrás de la casa de la víctima que contó que entre las 18:30 y las 18:40, poco antes del hallazgo del cadáver de Yanina, escuchó a una joven decir “¡no!, ¡no!” y una voz masculina que replicó “¡callate!”, indicó un vocero judicial.
La policía estableció que en la casa de la víctima faltaba una computadora portátil de la habitación del hermano, un televisor LED del dormitorio de la madrey el teléfono celular de Yanina. Esos elementos fueron secuestrados el jueves de la vivienda de la concubina de Pacheco, situada a pocas cuadras de donde se cometió el hecho.
Los investigadores establecieron que el sospechoso había huido a Mar del Plata, por lo que viajó hacia allí una comisión policial para detenerlo, pero los efectivos debieron volver apenas llegaron porque el imputado había regresado a su casa, por lo que finalmente, fue detenido ayer a la mañana. Pacheco había cumplido una condena por un robo cometido en Capital Federal.
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