Marieta Urueña Russo, titular del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la República Argentina expresó su preocupación por el rol que tomó el Tribunal Supremo: Apuntó que «Los jueces de la Corte están alejados» de la realidad y aseguró: «Lo que hace es sentar posición en cuestiones de la política. Más allá de la grieta, esto es grave».
La Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en el tema de las clases presenciales en la Ciudad. El eje del escrito es que el Presidente violó la autonomía de la Ciudad al suspender la asistencia a las escuelas porteñas como medida para restringir la circulación de personas en el marco de un fuerte aumento de contagios y graves indicios de saturación sanitaria.
InfoGremiales se comunicó con Marieta Urueña Russo, secretaria General del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la República Argentina (SiTraJu RA), quien expresó su preocupación por el rol que está tomando el Tribunal Supremo: «Lo que hace es sentar posición en cuestiones de la política. Más allá de la grieta, esto es grave.»
«Nosotros como gremio nacional venimos padeciendo esta situación de la Corte, su poca voluntad de cumplir el rol que tiene que cumplir y su gran voluntad de influir en cuestiones políticas. Lo que hace es mandar mensajes», remarcó Urueña Russo.
Urueña vive en Tucumán pero al ser dirigente nacional le tocó intervenir en casos en que los afectados por la saturación sanitaria eran judiciales de la Ciudad: «Es una situación grave la que se vive en CABA. Lo vivimos con cada trabajador o trabajadora judicial que necesitó internarse y costó conseguirle cama».
Y contrastó lo que ocurre con las clases con la realidad del poder judicial: «Los judiciales justamente estamos haciendo teletrabajo porque entendemos que es la forma de proteger a los trabajadores. Es solidaridad con otros trabajadores también, que no pueden teletrabajar porque su actividad es presencial. Nosotros sí podemos, entonces trabajamos desde las casas.»
El teletrabajo de las y los judiciales también tuvo de protagonista a la Corte Suprema pero por omisión: «La Corte nunca reglamentó el teletrabajo, dijo ‘Vayan y teletrabajen’ y nada más. El que sí lo hizo fue el Consejo de la Magistratura que sancionó la resolución 182/20 y las cámaras federales fueron adhiriendo. Los trabajadores que dependen de la Corte están en la orfandad.»
La regulación del teletrabajo implica tener en cuenta los gastos extraordinarios que le genera a los empleados la modalidad y en esa lucha están ahora desde el Sitraju: «Los judiciales no paramos de trabajar en todo este tiempo y hay jurisdicciones que son un gran descontrol. El gran problema es que no tenemos Convenio Colectivo de Trabajo». Nuevamente en eso juega la Corte Suprema que «se niega a reconocer a los sujetos que representamos a los trabajadores. Para tener aumentos dependemos de qué quieren hacer por otro lado, porque usan nuestros aumentos de salarios también para presionar al Poder Ejecutivo.»
Urueña dispara: «Lo que hace la Corte es sentar posición en cuestiones de la política. Esto es grave. Me salgo de la grieta y es grave.»
Para la gremialista «no hay dudas» de que el fallo de la Corte fue un «golpe blando» a la gestión de Alberto Fernández.
«En el Poder Judicial hay muy buenos jueces, hay buenos trabajadores. Pero también hay un sector que ha generado un enojo en la sociedad, que hay que hacer algo. No hablo solamente de una reforma del Código Procesal Penal. Los jueces de la Corte están alejados de la sociedad. Son la cabeza de un poder, nada más», describió.
Como alternativa a esa realidad, desde el SiTraJu están motorizando denuncias a jueces en el Consejo de la Magistratura.»Es la primera vez que se denuncia. Presentamos un informe sobre el juez Juan Carlos Gemigniani por violencia de género».
Gemignani fue denunciado el 12 de marzo en el Consejo de la Magistratura de la Nación por su saludo del Día de la Mujer: “Feliz día para todas !!! Especialmente para las delincuentes !!!.”. Cuando esto ocurrió el juez ya tenía una sanción por violencia de género. En 2019, el mismo Consejo le aplicó una multa del 35% de su sueldo por única vez por haber ordenado la detención de una secretaria del tribunal por negarse a cumplir una orden del juez y por haber echado a la magistrada Liliana Catucci de una reunión.
Marieta Urueña señala que no se trata de un caso aislado: «Esta es una forma de obrar de muchos jueces. Ahora hay donde denunciar, hay un registro. Sin embargo, la Corte no ha tomado nota de esto. De hecho, hasta se han negado a recibir la capacitación que ordena la «Ley Micaela.»
«Tienen un poder que no recibe control, que se niega a recibirlo ¿Cuáles son las reglas que tiene? Si un día dice una cosa, al siguiente dice otra.», concluye la dirigente judicial.
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