Las últimas 48 horas fueron noticia por la concreción de miles de despidos de trabajadores estatales. La situación ya tiene su réplica en el sector privado. Stamboulian comenzó con un desangre de profesionales, altamente calificados, que se desempeñaban en sus vacunatorios.
En el sistema de salud privado las primeras noticias llegaron desde los Centros Vacunatorios Stamboulian, donde echaron a los 13 médicos pediatras que conforman el staff completo de los vacunatorios, lo que implica dejar sin atención medica a dichos servicios.
Las causas aducidas son la necesidad de “reducir gastos”, cuando es sabido que esa medida es consecuencia de que dichos vacunatorios fueron comprados por los dueños de los conocidos Centros Rossi.
Representantes de la empresa fueron los encargados de notificar telefónicamente a cada desvinculado que, desde ese momento, ya no contarían con sus servicios y que en las próximas horas les llegaría el telegrama de despido.
La brutalidad de la medida no solo se tradujo en la masividad, en la falta de causa justificada y en la nulidad del aviso previo, sino que incluso intentaron despedir a representantes sindicales, siendo uno de los casos el de una médica que integra la Comisión Directiva de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP).
Desde la AMAP rechazan estos despidos y deplegarán todas las acciones necesarias para revertirlos.
Los despidos se suman al clima de conflictividad la situación de los médicos del Sanatorio Güemes que se declararon en estado de alerta y movilización por la negativa de la empresa a otorgar aumentos acordes a la inflación imperante, y en el marco de la paritaria 2023 que aún se encuentra abierta.
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