Al compás de la crisis, las empresas están ajustando sus cúpulas de directores y mandos medios como una especie de rebote de lo que ocurre abajo.
Esta práctica, que nació en los años 80, con entrenamientos especiales para la reinserción para que el despedido no use la información sensible que suele conocer de las firmas, se puso de moda en los 90 con las colosales restructuraciones del sector privado y resurgió ahora con fuerza, indicó Clarín.
Alimentos y bebidas es uno de los sectores castigados y uno de los que está podando la súper estructura. Le siguen la industria química y de cosmética, metalúrgicas, electrónica y bancos.
En el polo opuesto, los más activos en contratación son las tecnológicas, energéticas, entretenimiento, transportes y seguros.
Según figura en el reporte semestral de la líder de outplacement, Bruno Matarazzo y Asociados, aumentó el porcentaje de las mujeres desplazadas de las gerencias intermedias de un 29% a un 36%. Además subió el porcentaje de perfiles gerenciales despedidos de un 45% a un 54% y disminuyó el de los mandos medios.
En simultáneo el tiempo promedio total de reinserción laboral es de 3 a 4 meses. Pero cae la cantidad de quienes logran reubicarse. Eran el 73% hace un año y cayó al 61% lo que demuestra el achique del mercado.