La Confederación de Trabajadores de la Energía, una estructura de las más poderosas del movimiento obrero, reunió a su plana mayor en Vaca Muerta. Mostró su renovada unidad y pidió soluciones para el impacto de Ganancias en los salarios. Además reclamó ser parte de las decisiones estratégicas del sector.
Con una foto potente en uno de los lugares decisivos para el futuro del país, la estratégica Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATHEDA) mostró su renovada unidad, con el anfitrión Guillermo Pereyra a la cabeza, y envió mensajes en varias direcciones.
A Neuquén, más específicamente a Vaca Muerta, llegaron Hugo Moyano, Sergio Sasia, Guillermo Mangone, Juan «Cacho» García, Jorge Taboada, Marcelo Rucci, Omar Perez, Guillermo Moser, y Fabián Hermoso, entre varios otros. Allí encararon el Primer Congreso Extraordinario de 2023 de la Confederación que se convirtió en uno de los polos de poder más importante del movimiento obrero.
En el documento que elaboraron expresaron críticas hacia las políticas económicas y de gestión de la actividad. «Asistimos a un escenario errático y opaco que nos golpea de lleno» sostuvieron y detallaron «la falta de políticas claras en materia energética, sumada a las luchas de poder que nada tienen que ver con el futuro del país que impactan de lleno en los ingresos de los trabajadores».
Entre los cuestionamientos se escuchó con fuerza un reclamo que viene creciendo desde hace meses: el impacto de Ganancias en los salarios de las distintas actividades. «Las escalas impositivas que no se modifican son un peso insoportable en salarios que nominalmente valen cada vez menos, principalmente el impuesto a las ganancias, o mejor dicho: el impuesto al trabajador».
También plantearon una situación que se repite en diferentes sectores: «Nos encontramos así frente a la paradoja de tener trabajadores que evitan dar lo mejor de si para evitar que ese impuesto regresivo les quite una parte importante de sus salarios».
«Nuestra postura es clara: hay que eliminar de forma urgente el impuesto a las ganancias para los trabajadores asalariados«, plantearon.
Por otra parte criticaron la falta de participación en la definición de políticas estratégicas: «En los últimos años, nuestros Sindicatos, a pesar de ser actores preponderantes de la economía formal, fuimos dejado de lado en todo tipo de planificación que involucró al sector».
«Quienes mejor conocen tanto los problemas como las posibles soluciones son los propios trabajadores, por lo tanto, es al que más hay que escuchar y eso se hace a través de nuestras organizaciones. Por eso solicitamos: Ser convocados por ambos poderes del Estado en la elaboración y definición de las Políticas Públicas», remarcaron.
Entre los reclamos puntuales, los dirigentes pidieron liberar las trabas a la importación de equipos de perforación y de fractura de hidrocarburos, participar de la toma de decisiones sobre el futuro de las 22 represas hidroeléctricas del país, participar en el desarrollo de la construcción de la futura planta de GNL y reactivar el Plan Nuclear de Generación Nucleoeléctrica que fue paralizado a principios del año 2016.
Por último se pronunciaron por el tratamiento y sanción de la Ley de fomento para proyectos de hidrógeno verde e hidrógeno azul, la continuidad del Plan de Construcción de Líneas Eléctricas de Alta Tensión, el fomento a las inversiones en Generación de Energía Eléctrica, un plan de obras de mantenimiento, ampliación y universalidad de electricidad, agua potable y gas domiciliario e inversiones para ampliar y modernizar las distintas vías/modalidades de transporte.
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