Manifestación improvisada de indignados en la Bolsa de Madrid

Los indignados en este momento

Al cumplirse el primer año del surgimiento del Movimiento 15-M, diferentes concentraciones y marchas de protesta, con cacerolazos y desnudos incluidos, se replican en todo el país europeo. Ni el tercer desalojo consecutivo, ocurrido la mañana de ayer, en que ocho personas fueron detenidas, logró aquietar los humores de los indignados, que continuaron protestando hasta la medianoche por la situación política, económica y social que vive España.

La manifestación improvisada comenzó en las puertas de la Bolsa de Madrid, para luego recorrer las calles, mientras más personas continuaban sumándose a la protesta.

Incluso, un par de personas que se manifestaban frente a los policías, que hasta el momento sólo se encontraban expectantes y no actuaban, llegaron a desnudarse completamente para lograr los flashes de las cámaras.

Esta ruidosa protesta dio paso a la cuarta y última gran asamblea popular en esta céntrica plaza madrileña, donde el 15 de mayo del año pasado había surgido el campamento de carpas y sacos de dormir que se convirtió durante un mes en el símbolo del hartazgo popular por la crisis.

El movimiento “va avanzando, se ha movido durante un año, aunque mucha gente creía que se iba a terminar”, afirma Gastón Tagtachian, de 31 años, estudiante de fotografía argentino afincado en España.

Desde que el sábado comenzaron las manifestaciones de “indignados”, con marchas en varias ciudades que sacaron a la calle a unas 30.000 personas en Madrid y 45.000 en Barcelona, las autoridades de la capital sólo autorizaron las concentraciones hasta las 22H00 (20H00 GMT).

Tres noches consecutivas, la policía intervino de madrugada para desalojar a los grupos de manifestantes que pretendían mantener una “asamblea permanente” en la Puerta del Sol, con un saldo total de 28 detenidos que poco a poco iban siendo puestos en libertad.

Al momento de la llegada de los manifestantes, la sede de la Bolsa se encontraba protegida por 20 furgonetas policiales y decenas de camiones antidisturbios, mientras un helicóptero sobrevolaba la zona, aunque no se registraron incidentes.

Tras dejar las inmediaciones de la Bolsa, los manifestantes continuaron marchando por las calles hasta que, poco después de la medianoche, la policía logró dispersar a unos trescientos manifestantes que seguían concentrados aún después de la restricción horaria, deteniendo a uno de ellos.