La crisis de las empresas textiles parece no tener fin. Se trata de una sangría que ya lleva más de 1.600 bajas de puestos laborales en el último año y medio en la provincia.
Se confirmó que VF, ubicada en el departamento de Arauco, bajará las persianas, decisión que afectará a 105 operarios: 80 fueron desvinculados ayer mismo y los restantes 25 seguirán en funciones hasta agosto inclusive.
Funcionarios provinciales responsabilizan directamente a la Casa Rosada por la situación, ya que la apertura de importaciones le dio un mazazo al rubro textil, y justamente en La Rioja se encuentra “el principal polo del sector de Sudamérica”, como había manifestado el propio gobernador Sergio Casas.
Sobre el cierre de 2016 hubo un acuerdo entre la provincia, el sindicato y los empresarios de ese polo productivo para no despedir personal durante 180 días, aunque en la práctica nunca fue efectivo.
De hecho, según un informe del Gobierno riojano que difundió Ámbito Financiero, sólo en el cierre de una empresa como Unisol, fabricante de la marca Puma, se quedaron sin trabajo casi 300 personas en plena vigencia del acuerdo.
Hilados, del grupo TN Paltex, es la mayor empleadora del parque industrial y ya había reducido personal el año pasado. Mientras que Colortex, Lartex y Tecotex son otras de las empresas del sector que contribuyeron a engrosar la caída del empleo provincial, que en 2017 contabilizaba 674 despidos, a los que ahora deberán sumarse los 105 de VF.
A la apertura de las importaciones se suma una baja del consumo en términos generales, baja que recrudece en las zonas de frontera, como las cordilleranas, por el éxodo de compradores a países limítrofes para aprovechar descuentos y promociones respecto de los altos precios locales.
La crisis textil también se siente en provincias como Catamarca, San Luis y Chubut, que también sufrieron cierres de empresas.