Organismos de DDHH repudiaron la violencia verbal de Javier Milei “Ante nuestra mirada horrorizada vemos crecer el huevo de la serpiente”

Los Organismos de Derechos Humanos repudiaron las palabras de Javier Milei referidas al “morbo” que le provoca “poner el último clavo en el cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”. Para los organismos, esos dichos “constituyen una brutal acción de violencia verbal, psicológica y política, inaceptable en nuestro sistema democrático”.

 

 

“Una vez más nos solidarizamos con la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ha sido blanco de reiteradas y crueles agresiones por parte de sectores del poder hegemónico, quienes llegaron a alentar el increíble y no suficientemente investigado intento de magnicidio del 1 de setiembre de 2022”, dice el comunicado que firman Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza, la Comisión Memoria Verdad y Justicia Zona Norte, la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Derechos Humanos y la Asociación Civil Buena Memoria

“Las expresiones de Milei, formuladas por quien inviste la Presidencia de la Nación, no son casuales. Sus palabras, cargadas de odio y misoginia, se convierten en una clara incitación a la violencia que degrada las instituciones políticas y alientan en la población el impulso hacia la intolerancia y la discriminación”, denunciaron.

“Ante nuestra mirada horrorizada vemos crecer el huevo de la serpiente, aquella metáfora sobre el origen del nazismo y del fascismo, los cuales, en su ambición de poder, intentaron arrasar con todo aquello que les resultaba diferente, generando uno de los genocidios más trágicos del siglo XX”, agregaron.

También sostuvieron que “es preciso demandar al Jefe de Estado, reclamando una retractación pública de sus palabras, pues el sentido figurado con el cual quiere encubrirlas, resulta insuficiente”. “No podemos naturalizarla la violencia”, concluyeron.

 

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