Tras haber cerrado una de sus plantas, NewSan cesanteó a 30 empleados. Tenían entre 10 y 15 años de antigüedad y se les prohibió el ingreso. La desindustrialización de la provincia sigue a pasos agigantados.
Como sucede en Río Grande, en Usuhaia ya se sienten los golpes por la decisión del Gobierno Nacional de desgravar y liberar las importaciones de los aparatos electrónicos. Ahora es la firma NewSan la que da otro coletazo y despide 30 empleados metalúrgicos y ofrece “retiros voluntarios” bajo presión.
La empresa, que ya había cerrado una de sus plantas en septiembre previendo lo que iba a suceder en el futuro, sigue con el achique de su plantel de empleados. En esta ocasión se trató de unos 30 operarios que tenían entre 10 y 15 años de antigüedad en sus puestos de trabajo.
Los despedidos se enteraron de la decisión empresarial cando fueron el viernes a cumplir normalmente sus funciones y al momento de ingresar no se les habilitó el acceso a la fábrica.
Por otro lado la modalidad que vienen aplicando en las últimas semanas es ofrecer el pago de una suma algo superior a lo que correspondería por una indemnización sin causa, a los trabajadores que acepten presentar la renuncia. Una especie de retiro voluntario. Si los operarios rechazan esa oferta, son despedidos con el pago de la indemnización sin ningún extra.
La misma empresa en septiembre había cerrado la denominada Planta 2 despidiendo a todo el personal, y había trasladado las seis líneas de producción que allí se encontraban emplazadas a otras locaciones.