El líder de la CGT Azul y Blanca, embistió contra el ministro de Energía, Juan José Aranguren. Lo acusó de haber aumentado las tarifas de una manera “grosera y grotesca”, y remarcó que no entiende “cómo todavía no se fue” del gobierno.

El dirigente sindical, Luis Barrionuevo, criticó a Aranguren por la falta de gradualidad en la actualización tarifaria de los servicios públicos, a la que calificó como una “guasada”.

“El Gobierno ha jugado con fuego. La guasada que ha cometido Aranguren es tremenda. No entiendo cómo todavía no se fue. Fue alevoso”, disparó en declaraciones a radio Del Plata.

“Lo hizo de una manera grosera y grotesca. Por algo ahora se han sentado a negociar y hubo amparos. Seguramente mucha gente no las va a poder pagar”, advirtió.

En este marco, Barrionuevo se desmarcó del gobierno al señalar que “nunca” fue “macrista” y destacó que en 2016 los aumentos salariales firmados en paritarios perdieron la carrera con la inflación en un orden del 10 por ciento.

“Nunca fui macrista”, enfatizó el gremialista, si bien pidió “darle un tiempo prudencial a este gobierno que eligió la gente”.

Acerca de la evolución de los salarios y la inflación en el corriente año, Barrionuevo reconoció una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.

“A la inflación le peleamos siempre, pero en esta perdimos diez puntos por más que hayamos firmado 34 o 35 por ciento”, analizó.

Al margen de los cuestionamientos, el dirigente gastronómico aclaró que el cuadro de situación no sería más alentador de haber ganado las elecciones presidenciales del 2015 el Frente para la Victoria.

“Los que se fueron dejaron un país completamente minado. Menos mal que no ganó el kirchnerismo. Hoy hubiera sido la impunidad y la corrupción y en enero hubiéramos estado matándonos todos porque no tenían más crédito ni acá ni en el exterior”, fustigó.

Y agregó: “Acá no se trata con quién estuviste mejor, se trata de cómo estaba el país. Ningún gobierno tuvo los ingresos que tuvo el kirchnerismo. Lamentablemente los dilapidó. Hoy Argentina tendría que estar entre los diez puestos del mundo en cuanto a producción, trabajo y tecnología”.