Susana Trimarco lleva una inscansable lucha desde hace casi 10 años.
“La Justicia, señor, es más lenta que una tortuga”, dijo a periodistas que la entrevistaron a las puertas de los tribunales penales provinciales. Y agregó: “cuando la llevaron a mi hija, estaba muy clara la complicidad del poder político, del atorrante de (Julio) Miranda (entonces era gobernador de Tucumán), que los metió en la Casa de Gobierno a los Ale”, denunció Trimarco.
Se refería al clan tucumano propietario de la remisería 5 Estrellas -entre otros negocios-, en uno de cuyos autos trasladaron a Marita el 3 de abril de 2002, tras haberla forzado a ingresar, y después de lo cual su familia no la volvió a ver.
También cuestionó a la Policía y a la Justicia -en particular, criticó al secretario de fiscalía penal Ernesto Baaclini-. Y destacó la labor de Gendarmería y dijo que “es un ejemplo para el país”.
Trimarco sostuvo que la trata de personas es un delito federal y lamentó que la ley sobre trata no se aplique al caso de su hija, ya que fue sancionada posteriormente. De todas maneras, reclamo “una buena condena” para los responsables.
Trimarco también denunció que anoche llamaron dos veces a su casa preguntando por Marita Verón. “¿Cómo van a preguntar por mi hija, si me hija no está? Cuando atendió mi nieta (Micaela, de 14 años, hija de Marita) era un varón y cuando atendí yo, una mujer. Estamos acostumbrados a estos maltratos; cocinadas a tanto dolor. Si quieren que venga llorando a este proceso, no lo van a conseguir. No lo consiguieron cuando estaba sola, menos ahora que están todos ustedes”, dijo.
La audiencia judicial se transmite en vivo por el canal de televisión estatal de Tucumán.
Al banquillo. Trece imputados se sentarán en el banquillo durante los próximos tres meses, en el marco del juicio oral y público que comenzará hoy en Tucumán por el secuestro y la desaparición de Marita Verón.
La joven tucumana fue raptada el 3 de abril de 2002, a metros de su casa, presuntamente por una banda dedicada a la trata de personas, y fue obligada a trabajar en prostíbulos. Desde entonces su madre la busca incansablemente.
Marita tiene hoy 32 años y una hija, Micaela, de 14.
La causa, caratulada “privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución en concurso ideal”, se convirtió en la última década en el caso insignia de la lucha contra la trata de personas.
Estos son los 13 acusados:
Víctor Rivero (32 años): está acusado de ser el chofer del auto que trasladó a Marita, luego de que la forzaran a ingresar.
María Jesús Rivero (38): se la acusa de ser quien dio la orden de secuestrar a Marita en la remisería 5 Estrellas, de su propiedad.
Daniela Natalia Milhein (40): es la dueña de la casa en Yerba Buena, donde estuvo retenida Marita y seria quien la vendió.
Alejandro Andrés González (38): esposo de Milhein y quien se encargaría de trasladar a las mujeres entregadas al mercado de la prostitución en La Rioja.
Pascual Domingo Andrada (39): policía de La Rioja, acusado de llevar a las víctimas a los cabarets.
Lidia Irma Liliana Medina (47): alias “La Gran Madama”, administraba los cabarets de La Rioja, entre ellos “Candy” y “Candilejas”, donde se presume estuvo Marita.
Gonzalo Gómez (23): hijo de Medina y co administrador de los cabarets.
José Fernando “Chenga” Gómez (30): hijo de Medina y coadministrador de los cabarets.
María Azucena Márquez (42): alias “Doña Claudia”, encargada de los cabarets.
Mariana Natalia Bustos (39): nuera de Medina, esposa de “Chenga” y coadministradora de los cabarets.
Carlos Luna (38): testaferro (dueño de prostíbulo) o empleado del cabaret “El desafío” (La Rioja).
Cinthia Gaitán (31): esposa de Carlos Luna.
Humberto Derobertis (60): encargado del cabaret “El desafío” (La Rioja).