Las últimas cesantías se conocieron en el Parque Nacional Los Glaciares a personal que se encargaba, entre otras cosas, del combate del fuego. Desde ATE denunciaron que Parques Nacionales despidió a más de 100 trabajadores en 2024 y solo en los últimos días de diciembre sumaron otros, al menos, 20.
Este lunes el Gobierno notificó a Andrea Torres de su despido. Era delegada gremial y fue informada a solo dos días de la finalización de su contrato anual, previsto para el 31 de diciembre. El despido de Torres se suma a la pérdida de otros brigadistas en la Seccional Norte del parque Nacional Los Glaciares, que ya contaba con una dotación mínima de personal.
Según relató el medio local Tiempo Sur, tras esta decisión, la zona solo cuenta con siete brigadistas para tareas de rescate y combate de incendios forestales, lo que pone en riesgo la seguridad y la capacidad de respuesta ante emergencias en el área protegida más grande de Argentina.
Desde ATE expresaron un fuerte rechazo ante la medida, calificándola de arbitraria e injusta. La organización denunció que no solo se está recortando personal en plena temporada de incendios, sino que además se están dejando de reconocer las horas extra acumuladas por Torres durante su servicio. A ello se suma la falta de un preaviso para que pudiera hacer uso de sus francos compensatorios o planificar su futuro laboral.
El despido de Torres es solo uno de los muchos que se están registrando en los parques nacionales de todo el país bajo la gestión actual de la Administración de Parques Nacionales (APN), presidida por Cristian Larsen.
A pesar de la crisis, el gobierno ha insistido en la autosustentabilidad financiera de la APN, un objetivo que para los trabajadores está lejos de garantizar el bienestar de los ecosistemas y el personal que trabaja en la protección de los mismos.
Según un comunicado de prensa emitido por la Coordinación Nacional de ATE en Parques Nacionales, la Administración de Parques Nacionales (APN) ha despedido a más de 100 trabajadores durante 2024, y solo en los últimos días de diciembre se sumaron al menos 20 nuevos despidos.
«En plena temporada de incendios en la Patagonia y con un incendio de grandes dimensiones en desarrollo, se despiden brigadistas y las autoridades ocupan su tiempo en achicar la diezmada planta de Parques en lugar de buscar fortalecer el organismo», denunciaron desde ATE.
El sindicato subrayó que estos despidos no solo afectan a brigadistas, sino también a profesionales, técnicos y administrativos, quienes se enfrentan a renovaciones trimestrales de contratos. “A pesar de tener entre 3 y 20 años de antigüedad sufrimos la incertidumbre cotidiana, la presión de trabajar con la amenaza constante de que si nuestro criterio técnico no condice con lo requerido políticamente pueden echarnos”, expresaron desde el gremio.
El comunicado de ATE también señala la preocupación por la actual gestión de la APN bajo la dirección de Cristian Larsen. Los trabajadores denunciaron que las políticas impulsadas por la administración buscan «vaciar el organismo» y destruir su historia, en lugar de fortalecer las áreas protegidas del país. En este sentido, los despidos y recortes de personal se justifican bajo el falso argumento de la «autosustentabilidad financiera», sin tener en cuenta las necesidades reales de conservación y el manejo adecuado de los parques.
“Hoy a las autoridades se las escucha en actos, redes y medios vociferar su objetivo de ‘autosustentabilidad financiera’; anunciar despidos como logros y expresar sus cuestionamientos a los informes técnicos, reglamentaciones y a la conservación misma por frenar o condicionar la explotación y usufructo indiscriminado de nuestros bienes bajo tutela”, manifiesta el comunicado. Desde ATE “se rechazan estas políticas que priorizan la reducción de costos por encima de la preservación de los recursos naturales”.
En cuanto a la situación de los brigadistas, la coordinación nacional de ATE señaló que, a pesar de los esfuerzos durante las temporadas de incendios, los brigadistas reciben salarios muy bajos y carecen de estabilidad laboral. «Los salarios míseros que comienzan desde los $470.000 y la precariedad absoluta es lo que esta gestión nos devuelve por la entrega y labor de cada temporada de incendios», expresan, destacando además que muchos brigadistas se ven obligados a tener otro trabajo para complementar sus ingresos.
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