Ayer a las 15 horas culminó el sorpresivo paro de actividades con paralización de pozos que se inició el viernes el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, comandado por el moyanista Guillermo Pereyra. La medida de fuerza, que tuvo que ver con mejoras en las condiciones laborales que iban a ser discutidas el 12 de julio próximo en una reunión con la empresa YPF, podría volver a repetirse la semana próximo, para lo cual el lunes el sindicato se reunirá para abordar los pasos a seguir. Pereyra confirmó además que el Ministerio de Trabajo les dictó la conciliación obligatoria, pero que la desconocen porque no se trata de un reclamo salarial. En principio, el lunes podría haber una reunión en Trabajo, pero el sindicalista aseguró que no asistirá.
Fuentes de la provincia aseguraron que el paro fue netamente político y tuvo que ver con una fuerte interna de Pereyra con el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, ambos integrantes del Movimiento Popular Neuquino. Sin embargo, el paro tuvo indirectamente una fuerte afectación para la actividad del sector hidrocarburos. En sólo 24 horas, YPF tuvo pérdidas por más de $ 85 millones, lo que significó, en recursos, mas de 12 millones de m3 de crudo y 1,5 millon de m3 de gas. A esto hay que sumarles otros $ 40 millones de costo de tener parados los más de 1000 pozos en las provincias de Neuquén y Mendoza. Además, el gremio cortó el suministro eléctrico en las plantas, lo que sobrecargó la linea de transporte de 132 Kv de Neuquen, quedando muchas localidades sin la provisión de electricidad.
Nota de Tiempo Argentino