Por la labor en pandemia, intersindical le reclama a Molinos un bono salarial de fin de año

SINDICALES//NACIONALES                             Fuente: Gestión Sindical   //  Tres Líneas

Delegados de la firma de los gremios de la alimentación, molineros y pasteleros se reunieron el pago de un plus extraordinario de 22 mil pesos, por las tareas realizadas durante los meses de aislamiento, y para buscar paliar los efectos de la inflación. Por eso, se declararon en “estado de alerta y movilización”. Si la semana que viene no hay respuesta, ya plantean una marcha a las oficinas centrales de la firma de la familia Pérez Companc.

Por: Diego Lanese.

Con más de 50 años en el mercado argentino, Molinos Río de La Plata es una de los emblemas del sector alimentario nacional. Bajo el control de la familia Pérez Companc, la firma reportó pérdidas desde 2016 a 2019, y en pandemia no logró revertir esta tendencia, pese a la venta de bienes inmuebles que le permitieron oxigenar sus cuentas. Más allá de esto, la firma es dueña de varias marcas emblemáticas de la mesa de los argentinos, y mantuvo su actividad durante estos meses de crisis sanitaria. Ahora, además de los problemas financieros, comienza a tener problemas puertas para adentro. Es que en estos días se formó una “intersindical”, compuesta por organizaciones de comisiones internas de distintas plantas, que se unieron para reclamar un bono de fin de año para compensar las pérdidas salariales por inflación en este 2020.

El mes pasado, el gremio de la alimentación cerró un acuerdo remunerativo en cuotas que incluye una suba de los haberes del 32 por ciento y una cláusula de revisión para marzo de 2021. Pese a esto, los gremios que operan en la empresa insisten que necesitan un pago adicional. Podrían tomar medidas de fuerza en el mediano plazo. En lagunas plantas, como la que tiene la firma La alteña en la localidad de Burzaco, hubo protestas y paros durante la pandemia para reclamar mejores condiciones de trabajo.

La intersindical de Molinos salió “a la cancha” a reclamar un bono de fin de año, que permita cerrar el 2020 sin un retraso salarial tan importante. El reclamo lo hacen delegados y comisiones internas de las plantas de las marcas Gallo, Matarazzo, La Salteña, Lucherri y Molinos repositores. Que plantearon el pedido mediante un comunicado. “entendemos que somos trabajadores esenciales y que durante la pandemia pusimos el hombro a la situación, para que a cada argentino no les falte alimentos en sus hogares”, remarcaron. Por esto, estos sectores se unieron “por un bono en común”.

El grupo reúne a integrantes de los gremios alimenticio, el pastelero y el molinero, que afirman que “merecemos ser reconocidos con un bono navideño para nuestras familias”. Por esto, declararon el estado de “alerta y movilización”, y analizan acciones para potenciar el reclamo.

“El bono que estamos reclamando los gremios es de 22 mil pesos, que nos parece un valor acertado a la labor que hicimos en pandemia, le dijo a Gestión Sindical Ezequiel Barbeito, delegado de la fábrica La Salteña en la localidad de Burzaco, en el partido de Almirante Brown. El pedido del adicional salarial se formalizó la semana pasada, y si no hay novedades, se iniciarán actividades para potenciar el reclamo.

“Si no tenemos respuestas la semana que viene quizá estemos haciendo una visita a las oficinas de Molinos en Victoria, con todos los delegados. Allí están todos los CEO’s del grupo”, remarcó Barbeito. Uno de los argumentos para el pedido es que durante este año de pandemia, tuvieron que hacer las labores “en condiciones extraordinarias”. Además, el pedido busca una recomposición salarial frente a la inflación.

Durante la pandemia, en especial en momentos que el aislamiento era estricto, hubo varios conflictos en las plantas de Molinos que hoy reclaman por el bono salarial. En La Salteña, por ejemplo, hubo dos paros en agosto para denunciar masivos contagios de coronavirus, que derivaron en intentos de cambiar las formas de trabajo dentro de la planta. La empresa intentó pasar de turnos de ocho horas a 12, lo que fue rechazado por los delegados, ya que al estar más horas en el lugar se exponían mucho más al Covid-19.

Luego de una serie de audiencias en el Ministerio de Trabajo provincial, se frenó el intento de la empresa, pero la situación quedó tensa. “En estos meses estuvimos con protestas, en estos momentos estamos tranquilos, pero siempre atentos porque la empresa siempre intenta avanzar sobre cuestiones laborales”, admitió Barbeito, delegado de la planta. En este tiempo, se sumaron varios pedidos respecto de las cuestiones internas, los trabajadores se sumaron a la intersindical, para sumar fuerza en este nuevo pedido.

En los primeros nueve meses, Molinos Río de La Plata tuvo un balance general correspondiente a los primeros nueve meses del año con ganancia contable de 1.680 millones de pesos, el primer resultado positivo desde el 2016. Pero esta mejora se da en especial gracias a la venta de sus oficinas centrales ubicadas en la localidad bonaerense de Victoria.

La transacción le permitió reportar en su balance un resultado positivo extraordinario de 1.821 millones de pesos, pero según la propia empresa sin esta operación inmobiliaria la alimenticia controlada por la familia Pérez Companc registra una pérdida de 141 millones de pesos. Los reclamos salariales buscan mejorar la situación de los empleados de las plantas de Matarazzo (Villa Adelina), Gallo (Concepción del Uruguay, Entre Ríos), Arlistán (Del Viso), La Salteña (Burzaco), Lucchetti (Tortuguitas) y los repositores de la empresa.

Los gremios involucrados en la intersindical tuvieron paritarias este año, que tuvieron el tono de la mayoría de los sectores. En noviembre, la Federación de Trabajadores de Industrias de Alimentación cerró uno de los mejores acuerdos salariales, con aumento de carácter remunerativo que llega al 32 por ciento. Además, se incorpora una cláusula de revisión en cinco meses, en marzo de 2021. En tanto, los pasteleros firmaron en octubre de este año un incremento del 28 por ciento en cuotas, con un bono extraordinario para el mes de septiembre y octubre. Antes, en agosto, el sindicato recibió un incremento del 5 por ciento. En cuanto a los molineros, en junio de este año se firmó la paritaria 2020, con un incremento salarial del 10 por ciento y un bono salarial de 5 mil pesos