Mi solidaridad con Víctor Hugo Morales se asienta en tres patas.En primer lugar, porque el episodio que generó esta historia es algo que contribuyó a que terminaran las posiciones dominantes del Grupo Clarin, esas maniobras que se llamaron el “secuestro de goles”. Gracias a esas actitudes se llegó al Futbol para Todos, se llegó a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
En segundo lugar es llamativa y sorprendente la presencia del doctor Cassino, el hombre que fue la voz cantante del Grupo Clarín en los dos artículos que llegaron a la Corte Suprema, precisamente en la casa de Víctor Hugo. Se trata de un allanamiento vulnerando el domicilio de un periodista, que claramente defiende los derechos de la gran mayoría de los ciudadanos, que creen que no debe haber posiciones dominantes en la comunicación. Ante esto, la sociedad debe entender con mucha tranquilidad y paciencia que los vínculos entre el poder judicial y otros factores de poder debe terminarse.
Por último, nos debe llamar a la reflexión que necesitamos un poder judicial totalmente distinto y que es responsabilidad del actual gobierno, de la oposición y también de los mismos funcionarios del Poder Judicial, terminar con esta situación, que brinda una sensación de indefensión y de incredulidad a buena parte de la sociedad.
