Preocupación en las fábricas de maquinaria agrícola por las importaciones de usados: Peligran, sólo en Santa Fe, más de 200 empresas y 5.000 empleos

La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) expresó su alarma ante la posible derogación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) para maquinaria agrícola, una medida en evaluación por parte del gobierno nacional. Según la entidad, esta decisión podría generar un fuerte impacto negativo en el empleo, la producción y el medio ambiente, afectando seriamente al sector agroindustrial, que constituye uno de los pilares económicos de la provincia.

 

 

Santa Fe lidera la producción de maquinaria agrícola en Argentina, con más de 200 empresas que generan 5.000 empleos directos en localidades como Las Parejas, Armstrong y Las Rosas. Además, esta industria involucra una amplia cadena de valor que incluye talleres metalmecánicos, proveedores de insumos como chapa y pintura, y empresas de tecnología de precisión. En 2023, Argentina fabricó más de 600 cosechadoras, 6.000 tractores y 550 pulverizadoras, abasteciendo tanto al mercado interno como al internacional.

La eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), creado hace 30 años para restringir la importación indiscriminada de maquinaria usada, podría desarticular esta dinámica productiva. Según Fisfe, esta norma evita que maquinaria obsoleta y en muchos casos contaminada compita deslealmente con los fabricantes locales, quienes enfrentan mayores costos tributarios en insumos y producción.

La Federación advierte que permitir la entrada de maquinaria agrícola usada provocaría una competencia desleal, ya que estos equipos importados tributan un 26,5% en gravámenes, mientras que los insumos para fabricar maquinaria nueva enfrentan un 47%. Esto podría llevar a la quiebra a muchas empresas locales, comprometiendo miles de puestos de trabajo y afectando la capacidad de renovación tecnológica en el sector agrícola, donde la mayoría de las cosechadoras y tractores tienen más de una década de antigüedad.

Además, la derogación del CIBU alteraría esquemas comerciales ya establecidos, como la toma de maquinaria usada en la compra de equipos nuevos, lo que frenaría la modernización del parque agrícola nacional.

Fisfe también destaca los riesgos ambientales asociados a la importación de maquinaria usada, como la propagación de plagas agrícolas que han causado en el pasado pérdidas significativas en la producción. La entidad recuerda casos anteriores en los que plagas introducidas generaron pérdidas de más de 11 millones de toneladas de granos y una caída en las exportaciones por más de 1.600 millones de dólares.

Ante este panorama, la Federación Industrial de Santa Fe, junto con las entidades sectoriales CAFMA y AFAT, insta al gobierno a reconsiderar la eliminación del CIBU. Subrayan la importancia de evaluar cuidadosamente las consecuencias económicas, productivas y ambientales de esta medida, y recalcan la necesidad de fortalecer la sinergia entre el campo y la industria para garantizar el desarrollo económico de la provincia y del país.

En un contexto de desregulación impulsado por el gobierno, Fisfe sostiene que el mantenimiento del CIBU es clave para proteger a uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

 

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