Tras rechazar a Gladys Gonzalez como titular del SOMU, la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte, realizó un llamamiento unánime al gobierno argentino para que devuelva el sindicato a sus afiliados.
Tras negarle a Gladys Gonzalez la representación como titular del SOMU ante el organismo, la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte (ITF) publicó un duro documento pidiendo el cese de la intervención judicial, exortando al gobierno argentino a no interceder en la libertad sindical y reclamando la devolución del gremio a sus afiliados.
Dirigentes sindicales de Alemania, Argentina, Bangladesh, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Croacia, Francia, Holanda, Reino Unido, República Checa, Rusia, Suiza y Uruguay aprobaron ayer una resolución de emergencia respaldando al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, SOMU.
Los dirigentes, representantes de trabajadores de navegación interior están reunidos en Estrasburgo, y desde allí condenaron enérgicamente la expulsión de los dirigentes sindicales de las oficinas del sindicato el pasado mes de febrero, a manos de fuerzas policiales fuertemente armadas y la reciente intervención judicial para investigar actividades supuestamente irregulares.
Cuestionaron la legalidad de las medidas tomadas por Rodolfo Canicoba Corral y empujadas desde el macrismo, e instaron al gobierno argentino a respetar los Estatutos del sindicato y a devolver los bienes incautados a SOMU.
Nick Bramley, presidente de la Sección de Navegación Interior, indicó: “La familia de la ITF insta al gobierno argentino a devolver SOMU a sus miembros. Esta intervención no sólo viola los Convenios 87 y 98 de la OIT, ratificados por Argentina, sino que también nos devuelve a una era oscura de la historia reciente de la región y de la lucha por la democracia y los derechos laborales”.
Los delegados instaron al secretario general de la ITF, Stephen Cotton, a adoptar todas las medidas que estén en la mano de la ITF para retornar el sindicato a los marineros y pescadores profesionales y a considerar la presentación de una queja ante la OIT por este flagrante ataque a la libertad sindical.