La crisis laboral argentina es una bomba de tiempo. La construcción no repunta, lo que marca el aumento del desempleo y la subocupación. A esto se suma el aumento del pluriempleo, con personas que trabajan más horas en más de un lugar, lo que termina de darle forma a la situación de profundo deterioro en la que se encuentra el empleo en el país.
El primer año de la gestión de Javier Milei estuvo marcado por un panorama económico complejo, con recesión, caída de la actividad económica y un deterioro generalizado en el mercado laboral. Según el informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) de la CTA, entre noviembre de 2023 y octubre de 2024 se perdieron cerca de 187.000 puestos de trabajo asalariados registrados, afectando principalmente al sector privado, que registró la baja de 124.000 empleos.
La desocupación alcanzó al 6,9% de la población activa en el tercer trimestre de 2024, lo que representa 1,6 millones de personas sin empleo. Esto supone un aumento respecto al 5,7% del mismo período de 2023. La destrucción del empleo se debió, en gran medida, a la caída del 15,9% en el sector de la construcción y al descenso en sectores industriales intensivos en mano de obra. No obstante, las actividades primarias como la agricultura y la energía mostraron cierto crecimiento, lo que evitó un panorama aún más desalentador.
El informe destaca que la peor contracción del empleo ocurrió durante el primer trimestre de 2024, aunque hubo una leve mejora de 0,3% entre julio y octubre. A pesar de ello, las tasas de subocupación y sobreocupación evidencian el deterioro del mercado laboral.
Una de las tendencias más preocupantes es el aumento del pluriempleo. En el segundo trimestre de 2024, el 13,1% de los trabajadores tenían más de un empleo, frente al 11,6% del mismo período en 2023. Según Cifra, este fenómeno responde a estrategias de los hogares para compensar la pérdida de ingresos, agravada por la caída de los salarios reales y el impacto de la inflación.
La subocupación –trabajadores con menos de 35 horas semanales de forma involuntaria– también aumentó en 1,1 puntos porcentuales, mientras que la sobreocupación –personas que trabajan más de 45 horas semanales– disminuyó, reflejando la contracción de horas laborales en algunos sectores.
La realidad de los salarios reales
Los salarios reales se vieron gravemente afectados por la devaluación de diciembre de 2023, que generó un fuerte incremento de los precios. En enero de 2024, los ingresos registrados tocaron un mínimo con una caída del 15,5% respecto a noviembre de 2023. Aunque hubo una leve recuperación durante el resto del año, en octubre de 2024 el salario promedio real aún era un 5,5% inferior al de noviembre de 2023, y en comparación con 2015, la pérdida acumulada alcanza el 28,7%.
En el sector público, la situación es aún más grave: los salarios reales en octubre de 2024 fueron un 14,8% inferiores al mismo mes del año anterior. Por su parte, el sector privado mostró disparidad en la evolución salarial según el rubro, con algunos sectores experimentando aumentos y otros registrando nuevas caídas.
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