A 16 años del asesinato del periodista y fotógrafo José Luis Cabezas, la familia, amigos y colegas continúan el reclamo de justicia. “Esperamos que los asesinos vuelvan a la cárcel y cumplan su condena”, aseguró. Hoy harán dos actos homenaje.
El primer acto se realizará a las 9 en la cava de Pinamar, el lugar donde apareció baleado y calcinado el cadáver del fotógrafo de la revista Noticias, y a las 10 se plantará un pino en la entrada de esa ciudad atlántica.
En tanto por la noche, se hará un festival de música en Mar de Ajó, en la intersección de Almirante Brown y la playa. “Los hijos de José Luis lo quieren recordar con música. Ellos están participando y eso es muy emotivo”, consideró esta mañana Gladys en declaraciones a Radio América, y agregó: “Vinimos a Pinamar con dos micros, con gente amiga, familiares, víctimas de Cromañón y reporteros gráficos”.
El cadáver calcinado de Cabezas fue encontrado en Pinamar el 25 de enero de 1997 dentro de un auto incendiado, con las manos esposadas a la espalda y dos balazos en la cabeza.
En febrero de 2000 fueron condenados los “horneros” Horacio Braga, Gustavo González, Héctor Retana y José Luis Auge a la pena de “prisión perpetua” como partícipes primarios del crimen; y la misma pena le cupo al ex jefe de seguridad de Alfredo Yabrán, Gregorio Ríos, como “instigador”.
Los ex policías Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Sergio Cammarata recibieron penas de “reclusión perpetua” como partícipes primarios del hecho del que hoy se cumplen 14 años.
Casi tres años más tarde, en diciembre de 2002, fue condenado a prisión perpetua el ex comisario de Pinamar Alberto ‘La Liebre’ Gómez, acusado de “liberar la zona” en la que se cometió el secuestro y posterior crimen.
De todos ellos, los ex policías Prellezo y Gómez siguen detenidos pero bajo el régimen de prisión domiciliario. De los “horneros”, Retana murió en prisión, pero Auge recuperó la libertad en diciembre de 2004; González en febrero de 2005 y Braga en abril de ese mismo año. Los también ex policías Cammarata y Luna quedaron libres en 2006. El último en salir de la cárcel fue Gregorio Ríos, quien obtuvo ese beneficio en octubre de 2008.