No toda rehabilitación debe ser un sacrificio, o una obligación angustiante. En el partido de La Matanza, los pacientes cardíacos del Hospital Diego Paroissien se recuperan bailando tango y jugando papi fútbol.
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El director Leopoldo Federico asistió a la apertura del servicio.
“Nos dimos cuenta de que la rehabilitación cardiovascular tradicional es muy pobre. La mayoría de las veces los médicos no la indicamos de forma completa, y sólo el 15% de las personas que tuvieron o tienen una enfermedad cardiovascular la realiza”, explicó Alberto Marani, jefe del servicio de rehabilitación del Paroissien.
La Unidad de Rehabilitación Cardiovascular del hospital bonaerense atiende a 150 pacientes que sufrieron infartos, pre infartos, enfermedades coronarias o tienen un by pass. Dos veces por semana los pacientes realizan la rutina clásica de rehabilitación con cinta y bicicleta, pero también suman las alternativas muchos más divertidas como el deporte y el baile.