Así lo manifestó el secretario para Asuntos Exteriores, James Cleverly. En tanto, la embajadora británica en Buenos Aires, Kirsty Hayes, lamentó la decisión de Cancillería y consideró que era un “importante acuerdo”.
El secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Mancomunidad y Desarrollo, James Cleverly, afirmó que “las Islas Malvinas son británicas” y defendió autodeterminación de los kelpers, tras la decisión Argentina.
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“Las Islas Malvinas son británicas. Los isleños tienen derecho a decidir su propio futuro: han elegido seguir siendo un territorio británico de ultramar autónomo”, afirmó Cleverly en su cuenta de Twitter.
El secretario británico fue quien recibió de parte del canciller Santiago Cafiero la información de la disolución del acuerdo en el marco de un encuentro en Nueva Delhi, en medio de la Cumbre de Ministros de Relaciones Exteriores del G20.
Cancillería finaliza un acuerdo sobre Malvinas con el Reino Unido firmado por Macri
En tanto, la embajadora del Reino Unido en Buenos Aires, Kirsty Hayes, lamentó la decisión de Cancillería y consideró que era un “importante acuerdo”.
“En 2016 Argentina y Reino Unido llegaron a un acuerdo histórico que, entre otras cosas, puso en marcha el proceso de identificación de los caídos en las islas después de más de 30 años. Lamentamos que el gobierno argentino ahora haya decidido abandonar este importante acuerdo”, publicó en su cuenta de la red social Twitter.
La respuesta del gobierno argentino
El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería Argentina, Guillermo Carmona, le respondió Hayes y aclaró que el proceso de identificación no comenzó durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Estimada embajadora @AmbKirstyHayes es lamentable que intente hacer pasar el proceso de identificación de caídos de #Malvinas como parte de un Comunicado Conjunto. Es una obligación de derecho internacional humanitario consagrada por un acuerdo que involucró a RU, ARG y el CICR”, sostuvo Carmona.
A través de un hilo de tuits, señaló: “Definitivamente no es cierto que ese proceso comenzó en 2016 y menos con Foradori- Duncan. Ese tipo de planteos devela la falta de voluntad de cumplir con el derecho internacional de su gobierno. Que su planteo sea en el marco de las obligaciones humanitarias resulta, además de lamentable, inaceptable”.
“Reiteramos la voluntad del gobierno argentino de retomar las negociaciones por la cuestión de la soberanía. Por favor, no hagan de lo humanitario una moneda de cambio de otros intereses que deshumanizan los proyectos de identificación de caídos”, destacó Carmona.
Este 2 de marzo la Cancillería anunció que se resolvió la disolución del pacto “Foradori-Duncan” con el Reino Unido, firmado bajo la gestión de Cambiemos, y propuso una reunión para retomar la discusión por la soberanía por las Islas Malvinas.
Así lo comunicó el canciller, Santiago Cafiero, en una reunión con su par británico, James Cleverly, en Nueva Delhi, en el marco de la Cumbre de Ministros de Relaciones Exteriores del G20. Luego presentó una nota formal informando el cese del acuerdo y, en su lugar, propuso retomar la discusión.
En el documento, el Gobierno sostiene que “el Reino Unido ha realizado continuadamente actos unilaterales, que han sido oportuna y debidamente protestados por la República Argentina”, y que, a lo largo de este tiempo, se negaron a reanudar las negociaciones de soberanía por las que bregan las Naciones Unidas.
En otro pasaje, aclara: “Se informa al Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que el Comunicado Conjunto del 13 de septiembre de 2016, conocido como ´Foradori-Duncan´ y sus efectos, se dan por terminados”.
El canciller planteó realizar una reunión entre ambos países, en la ONU, con sede en Nueva York, para avanzar en una negociación respecto a la soberanía del territorio, la conectividad aérea y marítima de las Islas, como también acordar medidas que garanticen los intereses y el modo de vida de los habitantes y que favorezcan el desarrollo de vínculos culturales, económicos, sanitarios, educativos con el territorio continental argentino.
Además, reclamó que se que permita el aprovechamiento, la conservación y preservación de los recursos naturales en el área bajo disputa de soberanía y la desmilitarización de esos sectores.
En 2016, bajo la administración del entonces presidente Mauricio Macri, se firmó el pacto “Foradori-Duncan” entre el vicecanciller Carlos Foradori y el ministro de Estado para Europa y las Américas, Alan Duncan, que fue publicado bajo la forma de “comunicado conjunto” para evitar su tratamiento en el Congreso Nacional.
Desde Cancillería lo consideran como “uno de los hechos más lesivos para el histórico reclamo”, ya que, su letra “garantiza a Reino Unido la remoción de los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, desarmando una estrategia que se había impulsado poner límites a la ocupación ilegal y a la expoliación de los recursos naturales del archipiélago”.
El documento fue rechazado desde un primer momento por dirigentes del Frente de Todos debido a su carácter y permisibilidad ante el Reino Unido respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región, lo que atenta contra el reclamo de soberanía histórico.
“Se trata, por lo tanto, de un acto que tiene características manifiestamente ilegítimas y agraviantes para los intereses nacionales. La declaración adopta las dos principales demandas británicas que la primera ministra Theresa May le había realizado al presidente Macri en una carta que le había enviado breve tiempo atrás: Remoción de obstáculos para explotación de recursos y vuelos al continente”, ampliaron desde la Cancillería.
Con respecto a los recursos naturales de la Argentina, el comunicado firmado por Foradori y Duncan detalla que se acordó “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.
En la misma línea, hace referencia a los vuelos al territorio al sostener que ambos cancilleres “acordaron que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países”, en contraposición a la demanda histórica de la Argentina para promover un segundo vuelo desde territorio continental mediante Aerolíneas Argentinas.
El comunicado suponía, además, el levantamiento medidas administrativas, legislativas y judiciales adoptadas para proteger los recursos frente a la explotación ilegal de la pesca e hidrocarburos.
Desde la Cancillería señalaron también que el pacto “no hace mención a la disputa de soberanía, a la Resolución 2065 (XX), a la violación de la Resolución 31/49 que prohíbe acciones unilaterales y que el Reino Unido está llevando adelante en el área. Tampoco menciona la base militar que existe en la zona de paz y cooperación del Atlántico Sur”.
“El único obstáculo para el desarrollo económico de las Malvinas es, justamente, la persistencia de la disputa de soberanía que el Reino Unido se niega a negociar”, sumaron.
Si bien Guillermo Carmona declaró a principios de 2022 que el documento firmado por el ex vicecanciller del macrismo y el canciller británico “no tenía ninguna validez” por decisión del Gobierno argentino, celebró el fin del acuerdo al sostener que “se deja atrás una etapa oscura”.