La empresa lo pagó en abril y mayo, pero se niega hacerlo en junio y se excusa con la proximidad del aguinaldo. También aduce falta de solvencia, cuando los datos de facturación de las distintas sucursales demuestran todo lo contrario. Con epicentro en las tiendas de Rosario, el conurbano y La Plata, los trabajadores continuarán con asambleas, “ruidazos” y otras medidas hasta tener respuesta.
NACIONALES//SINDICALES// Fuente: Gestion Sindical – Tres Lineas
Matías Tagliani.
Desde el inicio de la cuarentena, los trabajadores de la cadena de supermercados Carrefour vienen atravesando diversas dificultades. Declarados “trabajadores esenciales” en el marco de la pandemia de Covid-19, todos los días ponen en riesgo su salud. En ese contexto, ya son varias las denuncias que hicieron en relación a irregularidades por parte la compañía, como el no respeto de los protocolos sanitarios y ocultamiento de contagios. Pero la gota que rebalsó el vaso fue la negativa de la empresa a pagar la cuota del bono acordado, correspondiente al mes de junio.
La situación motivó crecientes protestas en sucursales de distintos puntos del país, pero que tienen epicentro en locales de Rosario, el oeste y este del conurbano (Hurlingham, Tres de Febrero, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Pilar y San Martín) y La Plata. Los trabajadores se encuentran de asamblea permanente, enviaron petitorios y realizan manifestaciones con carteles y “ruidazos” en las sucursales hasta que tengan una respuesta.
El contexto
Carrefour sí había pagado los bonos de abril y mayo, pero unilateralmente decidió no abonar el de junio. El argumento de la empresa es una presunta caída en las ventas. Lo que provocó más bronca porque se conoce que, en realidad, sucede todo lo contrario: desde el inicio de la cuarentena, datos oficiales dan cuenta que los hipermercados son uno de los pocos “grandes ganadores” de esta pandemia.
Según cifras del INDEC, las compañías del rubro incrementaron su facturación en marzo un 75% en relación al mismo mes del año anterior.
“Parece que te toman el pelo. Nosotros conocemos los datos. Los gerentes de este local habían dicho que el objetivo de facturación para este mes de junio iba a ser de 35 millones de pesos. Todavía no llegamos ni a mitad de mes y esa cifra ya se superó”, le contó indignado a Gestión Sindical, Diego, un delegado de una sucursal ubicada en Malvinas Argentinas, en el noroeste del conurbano bonaerense. El testimonio -que sirve de ejemplo- se repite en tiendas de todo el país.
El origen
Tras una conciliación obligatoria que neutralizó un paro masivo de trabajadores de sucursales de todo el país para exigir un bono de $20.000 en marzo, los directivos de Carrefour, a cambio, se comprometieron a pagar uno de $5.000 por mes durante la cuarentena.
Con la particularidad de que no se trata de un reconocimiento monetario. La empresa lo llamó el “Súper Bravo” y en realidad se trata de una orden de compras por 5.000 pesos que «cada colaborador y líder», como llama la empresa a los trabajadores que trabajan cara a cara con los clientes, recibe por el “compromiso extraordinario” (poner en riesgo su salud en plena pandemia).
Una “excusa” que choca con la realidad
Tras pagar dos meses, como se dijo, Carrefour decidió no seguir con el “Súper Bravo”. Al falso argumento de la caída en la facturación, la empresa ahora aduce que la negativa también tiene que ver con la cercanía del pago del aguinaldo.
Este último punto hizo enfurecer a los trabajadores. Es que nada tiene que ver un derecho adquirido y legislado hace más de 70 años –el sueldo anual complementario-, con un extra acordado a partir del riesgo que implica para su salud en esta situación (cabe recordar que la cifra de trabajadores con Covid-19 ya supera los 200 en el país). Para colmo, Carrefour ya adelantó que lo pagará recién a partir del 30 de junio.
Eso provocó un ingrediente más a las protestas, que se multiplican. Con pancartas, los empleados aparte de pedirle a la empresa que cumpla con el bono pactado, exigen que el aguinaldo se abone el 20 de junio, tal como como la empresa lo solía realizar los años anteriores.
“Para nosotros fue un problema tener que hablar con los compañeros y decirles esto. No entendían la medida de la empresa porque en los tres meses de cuarentena veníamos trabajando mucho más que antes. La gente gastó en comida, no gastó en otra cosa. Y se veían siempre los supermercados llenos”, comentó Jorge Izquierdo, un delegado de una sucursal de Rosario.
Crece el conflicto
Cansados de la falta de respuesta de los directivos de la firma y de las distintas seccionales del Sindicato de Empleados de Comercio, los trabajadores de las distintas tiendas empezaron a unificar sus reclamos para fortalecer su posición.
Así, por ejemplo, delegados de las sucursales Hurlingham, Martín Coronado, José C. Paz, Ingeniero Maschwitz y Malvinas Argentinas, le elevaron un petitorio a la empresa– al que Gestión Sindical tuvo acceso- donde no solo se menciona al “Súper Bravo”.
También piden extremar los controles de ingreso de los clientes, ya que no se están cumpliendo con los mínimos protocolos, y denuncian está habiendo ocultamiento de casos de contagios y que no cuentan con los elementos de higiene y la ropa necesaria.
“La semana pasada, un empleado tercerizado del sector seguridad estuvo dos días con fiebre y dolor de garganta. El jueves nos enteramos de que estaba en la casa. La médica laboral de la empresa le había dado licencia, pero la empresa no informó nada: ni médicos, ni directivos”, relató Diego, delegado de la sucursal Malvinas Argentinas. Y agregó: “Acto seguido, hablé con enfermería. Y me confirmaron que era un caso sospechoso de coronavirus. Esta semana se sabrá el resultado del hisopado que se hizo por su cuenta. Había desinformación. Tuve que hacer una denuncia en el Municipio y se activó el protocolo. Muchos compañeros no sabían. Quisieron ocultarlo”.
“Nos vimos obligados a cortar la línea de caja y protestar. La Municipalidad vino a hacer la correspondiente sanitización. “Tuvimos el apoyo de los clientes porque los estamos cuidando a ellos también. Porque este chico era el que recepcionaba a la gente en la entrada. La estamos peleando día a día.
Como si fuera poco, en medio de todo esto conflicto, delegados de José C. Paz y La Plata denunciaron ante Gestión Sindical actitudes antisindicales de la empresa: en amabas sucursales manos “anónimas” rompieron los carteles de protesta y hay intimidaciones de gerentes para que cesen los reclamos.
Lejos de amedrentarlos, los trabajadores advierten que las manifestaciones se incrementaran hasta tener una respuesta satisfactoria por parte de Carrefour.