La flamante Canciller y ex jefa de Gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha sido indicada como posible responsable del ocultamiento de abusos sexuales a niños realizados por Cascos Azules de la ONU.
La flamante Canciller Susana Malcorra, quien antes de aceptar la oferta de Macri se desempeñaba como jefa de Gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, fue señalada como una de las supuestas resposables, entre un grupo de funcionarios de alto rango de la organización, de ocultar denuncias por abusos sexuales a menores perpetrado por Cascos Azules de la ONU y de la posterior persecución que sufrió el funcionario que filtró la noticia.
Según indica el periodista Walter Goobar en Miradas al Sur, la revista bimestral estadounidense sobre política internacional y temas globales, Foreign Policy, reveló una investigación interna de Naciones Unidas que revela el rol que cumplió la actual Canciller argentina en el posible ocultamiento de estos siniestros hechos. El texto determinó que Malcorra falló en sus respuestas a las violaciones, pero no determinó que incurrió en “abuso de autoridad”, como sí lo hizo con otros funcionarios.
“Cuando uno lee el lapidario veredicto de los jueces dado a conocer la semana pasada sobre el triste papel jugado por Susana Malcorra en los intentos de silenciar el escándalo de la ONU, se comprende perfectamente que el ofrecimiento de Mauricio Macri le vino como anillo al dedo. En caso contrario, es probable que a esta altura hubiese tenido que presentar su renuncia a la ONU”, asegura Goobar.
Si bien la ONU tendría conocimiento de los abusos desde mayo de 2014, cuando un niño de 11 años declaró que un soldado francés le prometió comida a cambio de sexo oral y luego lo violó, la noticia sobre los abusos en un campamento para refugiados de República Centroafricana (RCA) recién salió en los medios en abril de 2015, en un artículo del diario británico The Guardian. En total, hay documentados 13 abusos sexuales a niños por parte de 16 soldados de la fuerza de paz.
La semana pasada un panel independiente nombrado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, determinó que varios funcionarios de alto rango, entre ellos Malcorra, habrían estado más preocupados en silenciar y perseguir al denunciante del escándalo, Anders Kompass, que en proteger a los niños que se encontraban en peligro o de sancionar a los abusadores.
Como a mediados de julio de 2014 la ONU no había tomado ninguna medida contra los abusos, el funcionario sueco Anders Kompass informó sobre el hecho a las autoridades diplomáticas francesas. Según cuenta Goobar, Malcorra quería silenciar el escándalo y para eso habría concertado con distintos funcionarios de alto rango de la ONU un plan para obligar a Kompass a que renunciara.
Malcorra habría organizado una reunión en la ciudad de Turín entre el alto comisionado para los Refugiados, con el fin de discutir el caso Kompass. Semanas después, en abril de 2015, la ONU comenzó una investigación contra Kompass por su “filtración” sobre la denuncia de abuso sexual en la República Centroafricana, cuyo único fin era desentramar dicha filtración y no los abusos en sí.
Luego de que Kompass fuese suspendido con goce de sueldo y escoltado desde su oficina, Susana Malcorra declaró a los medios que Kompass estaba siendo investigado porque era culpable de mala conducta. Recién en junio de 2015 Ban Ki-moon anunció la creación de un panel independiente para revisar y examinar los acontecimientos tras el abuso sexual de los niños en la República Centroafricana.