Simpatizantes argentinos ya merodean por los alrededores del estadio paulista, a pesar de que restan unas seis horas para el trascendental encuentro ante Holanda por las semifinales del Mundial 2014.
Vestidos con los colores celeste y blanco, principalmente con la camiseta oficial del seleccionado, y algunos ya con las caras pintadas, los fanáticos comenzaron a arribar bien temprano al escenario ubicado en el municipio paulista de Itaquera.
Familias enteras y grupos de jóvenes, una gran mayoría con entradas compradas en la reventa, fueron los que más se dejaron ver en la explanada que da acceso al escenario, que recién abrirá sus puertas a las 14 horas.
También por la estación terminal de `metró` Corinthians-Itaquera deambulan simpatizantes con el deseo de comprar sus ingresos, que aún siguen en torno a los 2.000 dólares.
Por ahora, suman unos centeneres los argentinos que ya están en las inmediaciones del estadio, pero se espera que finalmente sean decenas de miles en las gradas una vez que comience el partido de la semifinal, instancia a la que el seleccionado no llegaba desde 1990.
Argentina enfrentará a Holanda a partir de las 17 por un lugar en la final, que se llevará a cabo el próximo domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, donde ya espera Alemania, verdugo del local Brasil con un histórico