La Asociación Obrera Minera Argentina (Aoma) declaró el «estado de alerta» en todas las fábricas cementeras del país y anunció un «quite de colaboración» a partir de este viernes «al no prosperar las negociaciones con los representantes de las empresas» en procura de mejoras salariales. De profundizarse, la protesta podría ser un freno para el dinamismo de la construcción.
Los dirigentes de Aoma informaron de esta resolución a los trabajadores de la rama de Cemento Portland, una de las más importantes para mantener el dinamismo en la industria de la construcción,
«El día 31 de enero del corriente año, se vencieron las pautas salariales» de los convenios colectivos, por lo que «a mediados de febrero se iniciaron negociaciones con la Asociación Fabricantes de Cemento Portland y aún no se llegó a acuerdos satisfactorios para nuestra Asociación», se indicó.
Añadió la Aoma que «lo que es más grave aún, es que un grupo empresario signatario de nuestros CCT ha procedido de manera unilateral a ofertar adelantos de un 15 %, en una abierta violación a la seriedad y responsabilidad que debe primar en toda negociación» paritaria.
El sindicato advirtió que esa actitud empresarial «es una práctica desleal penada por la legislación argentina» que intenta «dividir a los compañeros trabajadores». Añadió que «esta práctica irregular también fue realizada en el año 2021 y denunciada oportunamente por la organización sindical».
La Aoma sostuvo que «ante este atropello no puede hacer caso omiso a semejante provocación» y lo hace ejerciendo la «defensa de los supremos intereses de nuestros compañeros representados».
Por ello, el secretariado nacional del gremio «resuelve declarar el estado de alerta en todas las fábricas cementeras del país».
La medida de fuerza se llevará a cabo desde «la hora 0 del día viernes 4 de marzo, mediante la modalidad de quite de colaboración».
El sindicato advirtió que «de no haber avances en las negociaciones, se dispondrán medidas más severas a la brevedad». Y pidió a «los compañeros trabajadores que no permitan que algunas de estas multinacionales nos debiliten», pues «está en juego su futuro y el de su familia».
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