Tras la embestida de Macri, Oyarbide aclaró la situación del líder del PRO

El juez federal Norberto Oyarbide le explicó ayer al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, en una informal conferencia de prensa en la puerta de su casa, que la decisión que adoptó el miércoles no significa que el juicio oral y público en su contra por las presuntas escuchas ilegales para espiar a enemigos políticos y familiares sea inminente. “Se han dicho verdaderas barbaridades”, reflexionó en tono de queja el magistrado federal que ha retomado el frenético ritmo de trabajo que suele imprimir a su juzgado.

“Se han dicho verdaderas barbaridades”, se quejó el juez.
“Se han dicho verdaderas barbaridades”, se quejó el juez.

“Lamentablemente, creo que hay una mala interpretación de lo que yo dispuse dentro de la causa del señor Mauricio Macri… lo que hice fue darle traslado a las partes para que viertan su opinión”, explicó el magistrado.

En rigor de verdad, Oyarbide explicó en un lenguaje eminentemente técnico lo que Tiempo Argentino describió en su edición de ayer. La clausura del sumario (eso fue lo que dispuso el juez) es un paso hacia el juicio oral, pero de ninguna manera el último. Muy por el contrario: agotada la investigación, se trata del primer peldaño en la escalera que lleva al proceso oral.

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