Tras una multitudinaria protesta frente al Hospital Bonaparte que tuvo lugar este lunes, el Gobierno decidió intervenir la institución pública de salud mental especializada en adicciones. La semana pasada, en el nosocomio se habían concretado los despidos de 200 empleados y la brutal medida afectó múltiples servicios, incluso el de psiquiatría de guardia.
El Ministerio de Salud dispuso esta tarde la intervención del hospital de salud mental «Lic. Laura Bonaparte» para «garantizar la atención de los pacientes y recuperar el normal funcionamiento» del establecimiento.
La semana pasada, en el nosocomio se habían concretado los despidos de 200 empleados, mientras que el Gobierno hablaba de una «readecuación de la dotación».
«Tanto el crecimiento desmedido del personal, como el mal manejo de los fondos ha afectado la capacidad de atención y el buen funcionamiento del Hospital», aseguró la cartera sanitaria en un comunicado.
El Ministerio a cargo de Mario Lugones sostuvo que «busca aportar la transparencia y eficacia necesarias para garantizar el buen funcionamiento del hospital», por lo tanto, se avanzó con la
intervención del hospital.
Tras amenazar con el cierre en octubre y luego despedir 200 trabajadores afectando el normal desarrollo de los servicios de salud, pidieron a los gremios «no afectar el normal desarrollo de la atención de los pacientes».
Según trascendió, el interventor designado para el hospital es Mariano Pirozzo.
En octubre, se había anunciado el cierre del Bonaparte, pero luego la Casa Rosada tuvo que dar marcha atrás y habló de un plan de reestructuración.
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