Al cabo de una reunión que contó con la presencia, de un lado, de los ministros de Economía, Sergio Massa, y de Educación, Jaime Perczyk, y del otro de la secretaria general de CTERA, Sonia Alesso, y de su adjunto, Roberto Baradel, el Gobierno se comprometió a reforzar el presupuesto educativo en el proyecto de ley que se votará en la Cámara de Diputados.
Luego de que circularan versiones sobre un presunto achicamiento real de la inversión en el área educativa del 15.5%, que desde el oficialismo se encargaron de desmentir, Massa quiere despejar cualquier tipo de dudas y mañana durante la sesión se corregirán partidas para mejorar la cobertura.
«Los Ministros se comprometieron a que el Presupuesto Educativo del 2023 aumentará con respecto al 2022, en las partidas de: infraestructura, becas, conectividad, construcción de escuelas y otros programas educativos», señaló un comunicado de CTERA, la principal gremial docente.
A la reunión que se llevó a cabo en la sede del Ministerio de Economía, los referentes de la cúpula gremial fueron con cierta sensación de alerta frente a la posibilidad de que se votara un ajuste, y plantearon «su posición histórica de rechazar cualquier tipo de recorte en educación y la necesidad de aumentar el Presupuesto Educativo».
Se retiraron del cónclave con otro semblante, más tranquilos, luego de escuchar las promesas de los ministros para no afectar el presupuesto real para el área.
«Además, los Ministros informaron que, con la problemática de la 4ta categoría del Impuesto a las Ganancias, los equipos técnicos de ambos ministerios están trabajando en dicho tema», concluyó el comunicado.
En un hilo de tuits, el diputado nacional del Frente de Todos Itai Hagman rechazó el informe que consigna una ajuste del 15.5% real en Educación.
«En primer lugar, el dictamen final del Presupuesto incorporó $94.866 millones en Educación que los medios decidieron ignorar. Con esta modificación la inversión no sólo no cae sino que crece en términos reales (con el dato de 2022 del informe, crece un 6%)», arrancó el economista.
Según afirmó, «este cambio fue el resultado de muchas horas y días de trabajo de diputados y diputadas que estamos convencidos que Educación, entre otras áreas sensibles que fueron modificadas, no es un ítem para ahorrar», continuó.
«En segundo lugar el informe decide analizar el Presupuesto con una inflación 10 puntos mayor a la que supone el proyecto de Ley, lo cual obviamente empeora todos los números. Este es un error metodológico serio», afirmó.
Para el legislador oficialista, «cuando se elabora un presupuesto, todos los ingresos y gastos se estiman en base a una determinada proyección de inflación», y «si la inflación luego es más alta o más baja, tanto los ingresos como los gastos se modifican acorde a la evolución de los precios».
«No tiene sentido comparar un presupuesto hecho en base a una proyección de inflación usando otra proyección, no importa cuál sea esta. Se trata de una premisa básica para analizar el Presupuesto. Incluso la oposición y la Oficina de Presupuesto del Congreso lo hacen así siempre», aclaró.
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