El ministro del Interior y Transporte ratificó la medida contra dos trabajadores del Sarmiento por el descarrilamiento de una formación el 30 de diciembre y respondió que no lo van a correr con las amenazas de huelga que realizó el delegado de la línea.
“A mí no me van a correr con esto de que va a haber quilombo”, señaló el funcionario en relación a las declaraciones de Sobrero, quien advirtió que “pararán todos los trenes” si el funcionario no se rectificaba en su denuncia.
“Yo no tengo problema con Sobrero, sí me parece que tiene que poder aclarar frente a un hecho grave como el ocurrido el 30 de diciembre donde, en el mismo momento en que descargábamos los últimos 30 coches de un total de 180 de la línea Mitre para renovar los tres ramales, ocurría un descalce del último coche una formación (del Sarmiento) que iba rumbo a Once”, dijo Randazzo en declaraciones a Radio La Red.
En conferencia de prensa, el ministro del Interior y Transporte exhibió ayer un video que muestra a operarios manipulando el cambio de vía en momentos en que descalzó una formación del ferrocarril Sarmiento, entre las estaciones de Haedo y Morón.
“Pudimos ver en la filmación cómo se modifica la escena del hecho y eso es un hecho grave. El juez tendrá que determinar si estamos frente a una negligencia grave o frente a un sabotaje. Ahora hay una amenaza que no me parece que corresponda: lo que tienen que dar es una explicación, ni más ni menos que eso”, dijo.
Por otro lado, Randazzo condenó la falta de reacción de los operarios cuestionados ante los gritos de los pasajeros, tras el descalce del último coche de la formación.
“Puede ser que te equivoques, pero en ese caso rápidamente hubieran ido a ayudar a la gente y no hubieran modificado la escena del hecho para que no se sepa qué pasó. Por suerte tenemos las cámaras que funcionan y que nos han permitido aportar estas pruebas al juez federal N° 3 de Morón”, dijo.
Por último Randazzo reconoció que no tiene diálogo con el sector gremial que representa Sobrero.
“Cuesta mucho (al gremio) entender nuestra lógica, nuestra dinámica, nuestro desafío. Si nosotros hacíamos lo mismo que se venía haciendo hace tres años, los resultados iban a ser los mismos, pero acá hubo una decisión política de la Presidenta de llevar adelante un plan de inversiones y darme esa responsabilidad a mí”, dijo.
“Yo le doy una impronta muy particular y entiendo que hay dirigentes sindicales que, muchas veces, son parte del problema y no de la solución, y hay que tener la voluntad política y la decisión, a riesgo de irse, de enfrentar esto”, conclu