Un inglés y un argentino que pelearon en Malvinas ahora son amigos

El 27 de mayo de 1982, durante la Guerra de Malvinas, Neil Wilkinson derribó un avión argentino y creyó haber acabado con la vida de su piloto. Sin embargo, ante la duda, el inglés decidió viajar a la Argentina para ver si efectivamente había sido así. Para su sorpresa, Mariano Velasco estaba vivo y lo recibió en su casa.

Wilkinson (derecha) y Velasco (izquierda), 25 años después de Malvinas. Foto: BBC.
Wilkinson (derecha) y Velasco (izquierda), 25 años después de Malvinas. Foto: BBC.

“Es demasiado grande como para explicarlo. Ahora, después de conocerlo en persona, me convencí por fin de que está vivo, y somos amigos”, aseguró Wilkinson en una entrevista realizada por la cadena británica BBC.

 

Wilkinson se desempeñaba como artillero anti-aéreo en el buque HMS Intrepid cuando abrió fuego contra un avión de combate Skyhawk de la Fuerza Aérea Argentina. La imagen de la aeronave desapareciendo se su vista tras una estela de humo acompañó al soldado inglés durante años.

“Mi trabajo era disuadirlos, proteger mi barco. He pensado en ello muchas veces. No es algo sobre lo que me regodee. Pero veo ese avión todos los días en mi cabeza”, explicó.
“Pensé que estaba muerto, no había manera de salir de ese avión”.

Pero en 2007, por pura casualidad, vio un un documental sobre el 25º aniversario del conflicto, en el que un soldado argentino describía el ataque al buque HMS Coventry el 25 de mayo de 1982. Luego, el piloto recordó el momento en que su avión fue alcanzado por disparos británicos dos días después, que lo obligaron a eyectarse del avión y a caminar 16 kilómetros en las islas con una herida en el tobillo, hasta encontrar una granja desierta donde finalmente recibió ayuda y desde la que volvió a la base argentina en la isla oeste, según describe el periódico británico.

Al escuchar el relato, Wilkinson pensó que, después de todo, tal vez no había matado a Velasco. “Sabía que era él, los datos y la descripción coincidían”, dijo el inglés. “Yo fui el único que disparó un arma aquel día”, recordó.

Cuando losarchivos militares comprobaron que el avión de Velasco fue efectivamente el alcanzado por la ametralladora de Wilkinson, el inglés decidió contactarlo por correo electrónico y realizar un viaje a Malvinas que incluyó una visita a la casa del argentino.

“Es una sensación muy rara ver todo esto”, dijo Wilkinson sobre las islas. “Hay todavía trozos desparramados por todas partes y aún sigo preguntándome cómo hizo para salir del avión. Estoy muy contento por saber que sobrevivió”.

Luego, el inglés fue a visitar a su ex enemigo en el remoto pueblo en el que vive tras retirarse como Comodoro de la Fuerza Aérea. “Durante 25 años he tenido esta sensación de no saber si estaba vivo. Luego, descubrir que sí lo estaba, y durante cinco años haber planeado este viaje… estoy como en éxtasis”, dijo Wilkinson tras el encuentro.

“Los buenos soldados tienen que ser capaces de perdonarse y después, ¿por qué no pueden ser amigos?”, se preguntó Velasco. A pesar del desacuerdo sobre las causas y justificaciones de la guerra y sobre la soberanía de las islas, ambos terminaron forjando una llamativa relación de amistad.