Con una extensa carrera en el rubro de la salud, Ana Clara se enfrentó a la ola de despidos masivos orquestada desde Casa Rosada en el sector estatal al que pertenecía. “Su psiquiatra de cabecera dijo claramente que dentro de un cuadro depresivo hubo un detonante y fue el temor a perder su trabajo con 17 años de antigüedad”, dice la carta que escribió su madre y por la que pidió difusión. (Si te encontrás en situación crítica o con ideación suicida, por favor comunicate de forma gratuita y anónima al 0800 345 1435 o al (011) 5275-1135)
Ana Clara trabajaba para el Ministerio de Salud, tenía 17 años de antigüedad laboral cuando el Gobierno nacional empezó la ola de despidos masivos en todas las dependencias y niveles, sin miramientos ni consideraciones. Entre los 15.000 estatales que ya dejaron en la calle hay personal protegido por cupos de vulnerabilidad, personas con enfermedades severas, con licencia psiquiátrica, embarazadas, con protección sindical, contratada, de planta transitoria y hasta algunos de permanente. La tranquilidad de tener un empleo registrado de todo aquel que dedicó su vida al servicio público se vio seriamente amenazada.
Ana Clara también ejercía como docente de la Facultad de Psicología de la UBA y estaba en tratamiento psiquiátrico por depresión. El temor a perder el empleo lamentablemente fue un detonante para su decisión.
La madre de Ana Clara escribió una carta y pidió difusión, guante que tomó la usuaria de X Laura Cittadini quien la publicó. Allí se puede leer: «Se suicidó una trabajadora del Ministerio de Salud de la Nación. Su madre pide que se difunda esta carta, que dice: ‘Su psiquiatra de cabecera dijo claramente que dentro de un cuadro depresivo hubo un detonante y fue el temor a perder su trabajo con 17 años de antigüedad’«.
«Ana Clara se fue por decisión propia. Su alma estaba quebrada, su psiquis estaba frágil. No le alcanzaron ni la medicación de los profesionales, ni nuestros cuidados, ni nuestro acompañamiento ni nuestro amor ni el de sus amigos», comienza el escrito que su mamá tituló Palabras.
«(…) Siento la obligación de decir que Ani, dentro de su cuadro, cayó en uno de los agujeros que está haciendo irremediablemente esta red perversa del ‘sálvese quién pueda de la destrucción‘. Su psiquiatra de cabecera dijo claramente que dentro de un cuadro depresivo hubo un detonante y fue el temor a perder su trabajo con 17 años de antigüedad‘», expresó.
«Sintió que la red humana solidaria de la sociedad se había roto y ya no la contenía. Por eso repito que se cayó por uno de esos agujeros», lamentó la madre en el escrito, que finalizó con un sentido «Ana Clara… presente ahora y siempre».
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