Elisa Carrió consiguió lo que hasta aquí parecía un imposible. Su convocatoria pública a “impedir” con una movilización la votación de los proyectos de reforma de la justicia que impulsa el oficialismo generaron un amplio rechazo entre sus pares de la Cámara Baja. Si bien la movilización convocada para el miércoles bajo el rótulo de “24A” cuenta con el apoyo de sectores de la oposición y de la CGT de Hugo Moyano, la mayoría de los actores políticos rechazaron el llamado de la diputada, que quedó en soledad en una actitud que el jefe del bloque del Frente para la Victoria Agustín Rossi definió como “golpista”.
“Rechazamos completamente esa postura. Nosotros pensamos que las instituciones tienen que funcionar. Nada puede impedir que trabajen”, dijo respecto de las declaraciones de Carrió Juan Carlos Zabalza, presidente del bloque del Partido Socialista y agregó: “No es lo mismo movilizarse, que es legítimo, que impedir una sesión del Congreso.”
Con respecto a la votación de los proyectos de reforma judicial, el diputado reafirmó la postura de su partido: “Rechazamos los proyectos, incluso hay cosas que nos parecen un retroceso. No está mal publicar las declaraciones juradas de los jueces, pero por qué no se fortalece el trabajo de la Comisión de Ética Pública del Parlamento. Hay mucho doble discurso en todo esto.”
En un tono más duro, el diputado Edgardo Depetri del FPV, coincidió con la opinión de Rossi y consideró que “Carrió definitivamente, más allá de ser diputada o candidata a algún cargo, es la vocera de las corporaciones económicas”.