La pesquera Río Salado Olgrec Fish despidió a casi 90 trabajadores en San Antonio Oeste, Río Negro, dejando la planta paralizada y sin respuestas claras. El sindicato denuncia la falta de pago de indemnizaciones completas y la imposibilidad de los empleados de acceder al seguro de desempleo porque siguen dados de alta en ARCA.
La pesquera Río Salado Olgrec Fish, ubicada en San Antonio Oeste, despidió a casi 90 trabajadores, dejando la planta prácticamente paralizada. La situación generó una fuerte preocupación en la ciudad costera de Río Negro y en el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), que denunció la falta de respuestas de la empresa y alertó sobre la crisis que atraviesa el sector pesquero en la región.
Según explicó Juan Ortiz, secretario adjunto del STIA, la firma solo mantuvo en sus puestos a cuatro serenos y un maquinista, justificando los despidos por “motivos de fuerza mayor” y la escasez de recursos en el golfo. Sin embargo, desde el sindicato rechazan este argumento y denuncian que la empresa no solo envió los telegramas de despido el pasado 24 de febrero, sino que además no realizó las bajas en el sistema ARCA, lo que impide que los trabajadores accedan al seguro por desempleo y otras asignaciones en la ANSES.
Otro de los reclamos del gremio es el incumplimiento en el pago de indemnizaciones. Según Ortiz, la pesquera pretende abonar solo el 50% de lo que corresponde a los trabajadores despedidos, lo que agrava aún más la incertidumbre de las familias afectadas. “El trabajador está a la deriva, estamos pidiendo asistencia económica y alimentaria a la Provincia, pero los valores que están entregando no alcanzan”, advirtió el dirigente sindical.
La crisis en la pesca en San Antonio Oeste no es nueva, pero la situación actual es alarmante. Ortiz denunció que “la pesca está casi toda parada en la zona” y que, además de la falta de actividad, las empresas han dejado en una situación de indefensión a sus empleados. También cuestionó el modelo pesquero a nivel nacional, señalando que se prioriza la extracción del recurso, sin garantizar el sostenimiento de la cadena de procesamiento y la generación de empleo.
Mientras el conflicto sigue sin resolverse, los trabajadores y el sindicato continúan en estado de alerta, exigiendo respuestas de la empresa y del gobierno provincial. La incertidumbre sobre el futuro laboral de San Antonio Oeste se profundiza, mientras que cientos de familias esperan soluciones urgentes para afrontar una crisis que amenaza con extenderse aún más en el sector pesquero.
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