El avión caído anoche en Uruguay no podía volar más allá de los límites argentinos: la Administración Nacional de Aviación Civil le había retirado la licencia a la empresa Aviajet S.A. el pasado 25 de julio.
Sin embargo, la aeronave se hallaba ayer en territorio del país vecino, con diez personas a bordo (8 pasajeros y 2 tripulantes). Todos ellos murieron cuando el King 90, matrícula LV-CEO (argentina) turbo hélice, se precipitó a tierra y posteriormente se incendió.
Según la Junta Investigación de Accidentes de Aviación Civil, la misma aeronave protagonizó un serio accidente aéreo en noviembre de 2013, cuando se vio obligada a realizar un aterrizaje de emergencia con el tren retraído. En aquel momento, los daños fueron de importancia, pero no hubo víctimas.
La aeronave había partido ayer a las 20.37 de Punta del Este, rumbo a Buenos Aires. Del piloto Luis Pivida, que despegó la nave en San Fernando, se conoce que era un hombre de una vasta experiencia: tenía más de 10.000 horas de vuelo.