Tras acordar la paritaria 2017 con los estatales de UPCN, el gobierno bonaerense ahora quiere acordar cuanto antes con los gremios docentes para evitar conflictos en el inicio de las clases.
“Le vamos a demostrar a los gremios nuestra vocación de trabajar seriamente y no dejar para cerca del comienzo de las clases una paritaria que pueda complicar el normal inicio del ciclo lectivo”, aseguró un funcionario del gobierno provincial al diario platense El Día.
Tras el acuerdo con los gremios estatales, en el gobierno bonaerense buscan arrancar cuanto antes una negociación que prevén larga y tortuosa. Antes de fin de año convocarían a paritaria al Frente gremial Docente en un intento por iniciar el camino de la discusión salarial para 2017.
Claro que la idea oficial es más fácil que su concreción. Es que si bien los gremios del sector declararon que su deseo de comenzar a negociar este mismo año, cuestionan el aumento que se prevé, siguiendo el caso de los municipales que UPCN aceptó y ATE rechazó.
Se trata del 18% para todo el año en cuatro cuotas y ajustable automáticamente por inflación, que seguramente será la oferta que llevará a la mesa de diálogo la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal.
Esa fue la propuesta que aceptaron los sindicatos que agrupan al personal administrativo nucleado en la ley 10.430. Los maestros, que vienen reclamando sin éxito la reapertura de la paritaria en busca de modificar el 34,5% de aumento que recibieron para todo 2016, ya avisaron que no están dispuestos a acordar por esos números.
Pese a la decisión oficial de acelerar los tiempos de la negociación, un acuerdo por ahora parece lejano. Fuentes oficiales prevén una paritaria compleja con los sindicatos, cuyo poder de fuego va en aumento a medida que se acerca el arranque del ciclo lectivo.
En la Provincia se entusiasman con repetir el esquema de negociación que cerraron con éxito con los gremios estatales. Acaso los porcentajes no terminen siendo los mismos, pero la premisa central es que el acuerdo que se cierre sea por todo el año.
En un año en el que el oficialismo se jugará buena parte de sus fichas en la elección bonaerense, en el PRO no quieren saber nada de dejar una negociación salarial abierta y mucho menos, con los sindicatos docentes.