El líder de la CTA de los trabajadores, Hugo Yasky, dio presente en el acto en el estadio de Atlanta de Nuevo Encuentro. Dentro del sindicalismo kirchnerista comienzan a perfilarse los lineamientos políticos de cara a las elecciones de 2015.
El porteño barrio de Villa Crespo asistió el sábado a una movilización de aproximadamente diecisiete mil militantes de Nuevo Encuentro para brindar su apoyo al gobierno de Cristina Fernández en el estadio de Atlanta. Entre los presentes se contó Hugo Yasky, quien fortalece así su pertenencia específica dentro del espacio kirchnerista.
Es que en el kirchenerismo, que ya cuenta con sus precandidatos presidenciales, confluyen un conjunto de organizaciones sindicales, políticas y de base territorial que van definiendo su juego electoral. Dentro de la CTA de los trabajadores (su flamante denominación tras la formalización del “divorcio” con la CTA de Micheli, ahora CTA Autónoma) existen si no internas, al menos matices en tales definiciones.
Mientras Yasky se inscribe en el espacio de Martín Sabatella (quien cerró el acto bajo un cielo relampagueante) y Carlos Heller, otros referentes de la central tienen su pertenencia en otras “orgas” kirchneristas. El líder de los docentes bonaerenses, Roberto “el Robi” Baradel, por caso, inauguró recientemente el Movimiento Mayo, que reivindica su nombre desde el 25 patrio de 1810 hasta el kirchnerista de 2003, pasando por el Cordobazo. Otros referentes adhieren al Movimiento Evita de Emilio Pérsico, al Miles de Luis D´elía, o La Cámpora.
El acto del sábado de Nuevo Encuentro en Atlanta, la organización que encabeza el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Martín Sabbatella, se sucede a semanas de diferencia de los anteriores del Movimiento Evita, en Ferro, y La Cámpora, en Argentinos Juniors.
Entre los numerosos funcionarios y dirigentes se encontraban tres precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria que presenciaban el acto desde la primera fila: el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el presidente de la cámara de Diputados, Julián Domínguez; y el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
Los primeros oradores fueron la militante feminista puntana Cintia Luján, y el jujeño Hugo “El Coya” Condorí, el único sobreviviente de la comisión directiva de la obra social del Ingenio Ledesma en los ’70. Luego habló el cooperativista Carlos Heller, quien planteó una definición política: “No nos sentimos aliados del kirchnerismo, somos parte del kirchnerismo”.
El cierre fue de Sabatella quien lanzó que “no hay nada más peronista que ser kirchnerista”, ante unas veinte mil personas, en un escenario adornado con gigantografía de Néstor Kirchner y de CFK y, a los costados, los rostros de Hipólito Yrigoyen, Juan Perón, Eva Duarte de Perón y el Che Guevara.