La estrategia de la compañía se llevará adelante a través de la nueva empresa YPF Litio S.A -cuya creación ya había sido anticipada a mediados de junio- y del centro de investigación y desarrollo Y-Tec, en sociedad con el Conicet y la Universidad Nacional de La Plata.
Los detalles de la presentación realizada este jueves ante la prensa en la sede de Y-Tec, en el partido bonaerense de Ensenada, estuvo a cargo del economista y asesor de la presidencia de YPF, Hernán Letcher; el presidente de Y-Tec, Eduardo Dvorkin, y el gerente general de Y-Tec, Santiago Sacerdote.
El emergente final de la estrategia es la construcción de una planta industrial de baja escala que demandará una inversión de casi 5 millones de dólares, que ya empezó a desarrollarse en un terreno de la Universidad de La Plata y que debería comenzar a producir en el segundo semestre de 2022.
La magnitud del proyecto que ya a través de su etapa piloto a escala de laboratorio permitirá en tres turnos de trabajo una producción de 13 Mw/hora por año que resulta el equivalente a equipar las baterías para unos 45 colectivos eléctricos.
Esta experiencia industrial será la primera en su tipo en toda Latinoamérica y sus resultados permitirán determinar si se le da mayor escala a nivel de las grandes gigafactorias como las que ya existen en Estados Unidos Europa China Japón o Corea, o abre el camino a otras iniciativas a partir de esa tecnología.
Letcher explicó que la decisión de crear YPF Litio permitirá incursionar en “el desarrollo del aprovechamiento de este mineral de alta demanda para el proceso de electrificación global y en particular para su industrialización” como materia prima de las baterías de los vehículos eléctricos y las energías renovables.
Para la compañía es “una decisión estratégica, ya que permite diversificar el negocio energético en el mediano y largo plazo en el marco de la transición energética y que suma suma horizontes de inversiones para los accionistas”, enfatizó el economista.
También planteó Letcher que la iniciativa cuenta “con el acompañamiento de las provincias productoras” que tienen interés en diversos rubros, no solamente la producción del mineral sino en llevar adelante nuevas figuras asociativas que diversifiquen el horizonte de negocios y de ampliación de toda la cadena de valor.
Sacerdote, por su parte, explicó que el rol de Y-Tec es “explorar qué tecnologías se pueden desarrollar para potenciar esa estrategia. En el caso del litio hace años que se viene trabajando apalancados en los recursos que tiene el Conicet en el país con la idea de desarrollar materiales activos para hacer potencialmente buenas baterías”.
“Hacer eso y transformar el litio en celdas y acoplarlo en un desarrollo concreto de baterías es lo que se está dando inicio con la construcción de una planta industrial de baja escala” explicó al presentar el proyecto que comenzó a construirse en un predio de la Universidad de La Plata.
Por su parte, Dvorkin detalló que desde algunos años se viene desarrollando los materiales activos que conforman el cátodo y ánodo y permiten fabricar las celdas que conforman las baterías que se pueden utilizar para almacenamiento de energía o para movilidad eléctrica.
“El objetivo es desagregar el paquete tecnológico, es decir que el Estado argentino entienda la tecnología de las baterías de litio ya sea que esta planta se expanda a través de capitales públicos o privados que deseen instalar una planta más grande manejando tecnología propia”, precisó Dvorkin.
En una mirada integral de la estrategia, YPF Litio tendrá parte de su misión enfocada en el sector extractivo, para lo cual tiene la experiencia necesaria no sólo por la actividad hidrocarburífera que desarrolla hace 99 años sino sobre la base de la división de minería a través de la Compañía de Inversiones Mineras S.A. (Cimsa) que acaba de absorber formalmente este año.
Pero también avanzará en el proceso de investigación y desarrollo de los procesos variados de industrialización del mineral, lo que incluye la etapa final de producción de baterías de litio para la industria automotriz y de energías renovables, rubros de alto valor agregado para el mineral.
En este último eslabón de la cadena, con Y-Tec a la cabeza, contará como socios además del Conicet -socio accionario- y la Universidad Nacional de la Plata con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa, el Ministerio de Defensa del que depende; el Centro de Investigaciones Científicas y la provincia de Buenos Aires.h
TELAM